espacio cultural atarzanas

Cultura busca recuperar la cota original de las Atarazanas

Piden que se inicien las obras sin demora y que la Junta y La Caixa amplíen su compromiso económico para recuperar el edificio en su totalidad.

Diferentes personalidades y profesionales del mundo de la cultura sevillana han respaldado, mediante la firma de un escrito público, el proyecto del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra con el que pretende realizar un nuevo Centro Cultura Atarazanas y así, recuperar los primitivos astillero medievales de Sevilla. Entre estas personalidades destacan artistas como Luis Gordillo, Premio Nacional de Artes Plásticas o Carmen Laffón, Premio Nacional de Pintura y académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 

En este escrito público reclaman que se inicie ya, sin demora, el proyecto de rehabilitación del monumento para convertirlo en un espacio cultural. También piden que la Junta y La Caixa que amplíen su compromiso económico para que el edificio se recupere en su totalidad y cuente con una programación cultural ambiciosa.

Estos profesionales consideran que el proyecto de Vázquez Consuegra es “una propuesta arquitectónica de alta calidad que pretende poner en valor la herencia secular del monumento y adaptarla a las necesidades contemporáneas”, además de querer recuperar los restos de los antiguos astilleros medievales, un lienzo de muralla, las pescaderías y las arquitecturas de los siglos XVI, XVIII, XIX y XX, manteniendo la cota actual del suelo, fruto de esta sucesión histórica y principal singularidad del monumento.

Además destacan que Vázquez Consuegra cuenta con el aval de la Comisión Provincial de Patrimonio y el Ayuntamiento de Sevilla, que le concedió después de diez meses de trámites la correspondiente licencia urbanística. Ambos requisitos, previstos en la legislación patrimonial y urbanística, son la mejor garantía jurídica de que este proyecto de rehabilitación es acorde con las necesidades del edificio, “cuyo estado de ruina es preocupante”. Tras más de dos décadas de espera, Sevilla se merece unas Atarazanas rehabilitadas, vivas y dedicadas al intercambio cultural.