La capilla ardiente del cardenal Amigo Vallejo, en el Salón del Trono del Arzobispado de Sevilla, se ha vuelto a abrir este sábado a las 8:00 horas para su traslado y posterior celebración de la misa de entierro en la Catedral. La Eucaristía ha estado presidida por monseñor José Ángel Saiz, arzobispo de Sevilla y concelebrada por monseñor Juan José Asenjo, arzobispo emérito; el nuncio apostólico, Bernardo Aúza; y cardenales, obispos y una amplia representación de sacerdotes del clero diocesano.

Monseñor Saiz inhumó los restos del Cardenal Amigo en la capilla de San Pablo, que se encuentra entre la capilla Real y la Puerta de Campanilla, dedicada a San Pablo.

Último adiós al cardenal Amigo Vallejo

El pasado 28 de abril, los sevillanos rindieron homenaje al pastor que gobernó la diócesis hispalense durante las últimas tres décadas. El cardenal Amigo Vallejo deja huérfanas a varias generaciones de sevillanos que han reconocido a este franciscano de Medina de Rioseco como pastor y referente en la fe. Se ha ido a la Casa del Padre su arzobispo , el arzobispo de sus padres, el prelado que gobernó con criterio y habilidad, una diócesis de casi dos millones de habitantes abierta a los mismos aires de cambio de moldearon una nueva sociedad.

Muchos de ellos hicieron cola la noche del 28 de abril para rendir un último tributo al cardenal Amigo, cuyos restos mortales llegaron al Arzobispado de Sevilla a las siete de la tarde. Mientras el arzobispo, monseñor Saiz Meneses, oficiaba en la capilla del Palacio Arzobispal una Misa para los familiares y miembros de la curia diocesana, los fieles comenzaron a formar una fila que rodeó el Arzobispado. Tampoco faltó una representación de la localidad natal de fray Carlos, con su alcalde, David Esteban, a la cabeza.

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