Una de las víctimas, ahora testigo protegido, fue quien interpuso la denuncia que permitió el inicio de la investigación.

La Policía Nacional ha detenido en el marco del Plan contra la trata de seres humanos, a C.A.C. de 31 años y a M.N.A. mujer de 24 años, quienes presuntamente explotaban sexualmente a cuatro mujeres en dos viviendas de Sevilla. La denuncia de una de las víctimas ha permitido su arresto así como la liberación de otras tres mujeres coaccionadas y obligadas a ejercer la prostitución. Los dos domicilios, muy próximos entre sí, contaban con grandes medidas de seguridad tanto para salvaguardar los beneficios que se generaban como para encubrir la actividad que se llevaba a cabo en sendos inmuebles.

La denuncia de una testigo protegido fue fundamental

La investigación se inició como consecuencia de la denuncia de una de las víctimas que advirtió a los agentes de la actividad ilegal que se llevaba a cabo en dos domicilios distintos del barrio de Nervión en Sevilla. Al parecer en estos inmuebles se ofrecían servicios de masajes y se cuidaba mucho la imagen de cara al exterior para encubrir la verdadera actividad que llevaban a cabo. Tras realizar las primeras pesquisas se averiguó que las mujeres explotadas sufrían coacciones y amenazas tanto por parte del regente del negocio ilegal como por la madame que las controlaba directamente.

De esta forma se inició una investigación que en su primera fase se centró en comprobar la veracidad de los hechos y en localizar al principal responsable de este burdel, un joven de 31 años que llevaba un alto nivel de vida pese a que su actividad laboral principal no le proporcionaba muchos ingresos. Esto, unido a las incesantes visitas que se registraban en los dos domicilios investigados, determinó la posible existencia de un negocio encubierto en estos inmuebles cuya actividad principal era la prostitución de mujeres. Además los agentes corroboraron que en ocasiones las víctimas eran coaccionadas para que ejercieran la prostitución y que terceros pudieran lucrarse.

Un sistema de multas para controlar a las mujeres

Tanto el regente del negocio como la mujer que las controlaba se aprovechaban de la situación de necesidad de las víctimas para ejercer sobre ellas una situación de férreo control. Las mujeres eran vigiladas de forma continua mediante cámaras de seguridad, el establecimiento de un sistema de multas en caso de no cumplir las normas de la casa, o la prohibición del uso de la televisión, el ordenador o la cocina.

Tras las últimas pesquisas realizadas relativas al funcionamiento de este negocio ilegal, los agentes descubrieron que se producía un reparto irregular de los beneficios obtenidos de la prostitución entre las mujeres y los dos principales implicados – el proxeneta y la madame – en el que las mujeres obtenían escasos ingresos que las forzaba a extender en el tiempo la relación de dependencia.

En esta fase final se puso en marcha un dispositivo policial en el que se produjeron dos entradas y registros simultáneos de los dos domicilios investigados que permitió la detención de las dos personas investigadas y la liberación de otras tres mujeres que se encontraban en ese momento en los establecimientos – además de la testigo protegido – así como la incautación de diversos documentos que demostraban la actividad ilegal así como dinero en efectivo procedente de la prostitución.

Los dos detenidos, que no contaban con antecedentes policiales previos, ya fuero puestos a disposición judicial en una operación que se ha llevado a cabo por agentes destinados en la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad documental de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Sevilla.

Por su parte, con las mujeres liberadas – procedentes la mayoría de ellas de países extracomunitarios – se puso en marcha el Protocolo de Trata de  Seres Humanos que garantiza su atención y seguridad jurídicas.

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.