El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Monseñor Asenjo han arropado hoy la celebración de XXV Aniversario de la proclamación del conjunto histórico como Patrimonio de la Humanidad.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha participado hoy en Sevilla en los actos de conmemoración del 25º aniversario de la proclamación de la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.

En su intervención, el presidente del Gobierno ha expresado su reconocimiento a los ciudadanos e instituciones hispalenses por ser responsables «de que este patrimonio se haya mantenido vivo a través de generaciones».

En su opinión, cuando la Unesco reconoció a este conjunto monumental sevillano como Patrimonio de la Humanidad «no hacía sino subrayar su valor capital como signo de nuestra identidad y su contribución como ingrediente necesario de la identidad europea». En este sentido, ha defendido la necesidad de «armonizar los deberes de la conservación con la difusión, potenciación y puesta en valor de nuestros activos culturales, que son una fortaleza de dimensión estratégica para el futuro de España».

El presidente ha asegurado que «en el escenario global España es una potencia cultural de primer orden. Los españoles tenemos mucho de lo que sentirnos orgullosos». Así lo atestigua el hecho de que, como ha recordado, España reúne medio centenar de monumentos patrimonio de la humanidad, «lo que a día de hoy nos convierte en el segundo país del mundo en el catálogo de la Unesco».

La cultura, “ingrediente esencial” de la marca España

Rajoy ha defendido que «la cultura en español es una cultura global, cuya presencia y alcance se sustentan en uno de nuestros grandes valores como país, la lengua española». Su enorme peso económico y demográfico, con un alcance de 500 millones de personas, hace que se conforme «una comunidad de intereses y valores a ambas orillas del Atlántico que nos abre unas ventanas a un futuro en el que España está llamada a desempeñar un papel protagonista».

También ha definido a España como «un país plural, multifacético, tecnológicamente avanzado, con empresas globales en sectores líderes, una nación acogedora».

Esa pluralidad de elementos converge «en un poderoso polo de atracción, la marca España, una apuesta estratégica que al sintetizar esas fortalezas competitivas de nuestro país se erige como una ambiciosa herramienta de diplomacia pública y económica» para difundir en el exterior nuestras capacidades.

Estas capacidades, en su opinión, constituyen «el mejor andamiaje para construir la España del mañana. Las grandes obras se levantan piedra sobre piedra, su construcción exige un proyecto claro, unos pilares firmes y un esfuerzo sostenido en una ambición compartida». Al final, ha concluido el presidente, «es cuando los sacrificios realizados toman pleno sentido. Así lo hemos hecho siempre y ahora lo volveremos a hacer».

Antes que el presidente tomaron la palabra el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo y el alcalde, Juan Ignacio Zoido. Éste último ha ofrecido la ciudad como sede permanente de una oficina de conservación del Patrimonio de la Unesco.

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Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...