Dentro del completo mapa ‘azul’ que se dibuja en España tras las elecciones generales del 20N, sólo dos provincias desentonan. Son Sevilla y Barcelona, los únicos bastiones en los que se impone el PSOE en número de votos y escaños.
Con el 99,71% del voto escrutado, los socialistas aventajan a los populares en la provincia de Sevilla en poco más de 3 puntos y algo más de 30.000 votos. De esta forma, el PSOE alcanza el 41,74% de los sufragios y 440.610 votos frente al 38,65% y los 408.013 votos del PP. En escaños, esta cifra se traduce en 6 diputados para el PSOE y 5 para el PP.
En cualquier caso, los socialistas pierden dos con respecto a las últimas generales, mientras que los populares ganan uno. Esto es debido a que el PSOE pierde casi 200.000 votos, mientras que el PP suma casi 70.000 más.
El último de los 12 que aporta Sevilla al Congreso de los Diputados lo logra Izquierda Unida, que volverá a tener representación, así, por la provincia. José Luis Centella tendrá asiento en la cámara baja gracias a los 91.125 votos obtenidos, el 8,63% de los sufragios emitidos. Son 30.000 más de los que lograra en 2008, cuando su voto alcanzó el 5,39%.
La sorpresa la da, en cualquier caso, Unión Progreso y Democracia, que se convierte en la cuarta fuerza más votada en la provincia, con el 5,50% de los sufragios y 58.151 votos emitidos. Su crecimiento es espectacular, cuadruplicando las cifras de 2008, cuando apenas logró el 1,25% y 13.467 votos.
El Partido Andalucista, finalmente, apenas registra un ligero incremento en el número de sufragios, llegando al 2,19% y los 23.207 votos. Equo sólo suma un 1,06% y 11.213 votos.