Este descubrimiento abre nuevas vías farmacológicas para el control de la inflamación cerebral y todos sus efectos negativos.
Investigadores de la Universidad de Sevilla, el Instituto de Biomedicina de Sevilla y la Universidad de Lund (Suecia) han conseguido describir la asociación de la proteína galectina-3 con la enfermedad del Alzheimer y han conseguido demostrar en ratones como si se extirpa esta proteína reguladora de inflamación suaviza esta enfermedad neurodegenerativa.
Durante los últimos años, estudios ya habían apuntado a que la proteína galectina-3 estaba relacionada con el desarrollo de enfermedades inflamatorias localizadas en el cerebro. La actual investigación ha consistido en el análisis de cerebros de personas diagnosticadas de Alzheimer y de ratones transgénicos que emulan la enfermedad.
Una vez finalizado el estudio, los investigadores han concluido que ciertos polimorfismos del gen de la galectina-3 se asocian a un mayor riesgo de padecer la enfermedad. Además, consideran positivo para la creación de un fármaco que las proteínas a penas se aprecien en cerebros sanos y aumenten en casos de enfermedades neurodegenerativas. De este modo, se podrá actuar contra las células responsables de la enfermedad sin dañar las demás.