Alcalá, de enclave industrial a paradigma de la deslocalización, por Alejandro González

Trabajadores de la fábrica de sanitarios Roca de Alcalá de Guadaíra protagonizaron este viernes una nueva marcha, en esta ocasión a Dos Hermanas, para protestar por el cierre de la planta. Piden a la Junta que se persone contra la empresa en la causa judicial.

El alcalde nazareno, Francisco Toscano, recibió a los empleados que llegaron a mediodía a Dos Hermanas y les trasladó la «solidaridad» y «apoyo» del equipo de Gobierno municipal para sus familias. El edil socialista citó ante estos trabajadores el cierre de Cerámicas Bellavista, y lamentó que ese «sacrificio» no haya sido «suficiente» para evitar el cierre de la fábrica de Roca en Alcalá de Guadaíra, que conlleva el despido de 227 empleados.

La marcha de los miembros de la plantilla de Roca se ha desarrollado «sin incidentes», y al llegar al municipio nazareno han leído un manifiesto mostrando una vez más su «indignación» por un cierre que no ven justificado, ya que la fábrica es «totalmente viable y productiva», y que achacan «sólo a una estrategia empresarial basada en la deslocalización de la producción». Los empleados demandan a la Junta que se persone en la causa judicial que mantienen contra la empresa Roca por los «incumplimientos» con esta administración. En esta línea se pronunció Izquierda Unida como lo puso de manifiesto esta semana la parlamentaria Marina Segura que acompañó en la marcha de los trabajadores de Roca a la localidad de Arahal.

Los empleados siguen el pulso en defensa del empleo y contra la deslocalización de la  producción de esta industria que supondrá el cierre de la factoría en la provincia de Sevilla. Por ello, han confirmado su intención de «seguir movilizándose» por sus puestos de trabajo y en contra del cierre de la fábrica alcalareña. Además, tienen previsto presentar la próxima semana las demandas que han anunciado que van a interponer ante la Audiencia Nacional.

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