Los ecologistas alertan del riesgo de nuevas catástrofes por el incumplimiento de la normativa/ Ecologistas En Acción

El científico del CSIC y exdirector de la estación biológica de Doñana, Miguel Ferrer, ha expresado sus reticencias a la posible apertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) si no se implementan procedimientos extractivos que garanticen una mayor seguridad ambiental.

«Si se pretende volver a hacer de forma parecida a como se hacía, nosotros no opondríamos», ha explicado Ferrer en una entrevista en la Cadena Ser. En su opinión, el problema no es la explotación minera, sino «el método» que debería «ser más respetuoso desde el punto de vista medioambiental».

Ha admitido que «la minería siempre es una actividad peligrosa pero en sí no es el auténtico problema», sino el uso de balsas «para extraer el mineral» y que no solo se han utilizado en la explotación sevillana sino que existen «más de cien repartidas por todo Sierra Morena». El científico ha asegurado que existen otros «procedimientos que no generan un problema tan grave como el almacenamiento de balsa en cabecera».

En cuanto a la recuperación ambiental de la zona realizada tras el rotura de la balsa, el exdirector de la estación de Doñana ha resaltado que «no ha habido en todo el continente europeo una operación de limpieza de suelo contaminado de la magnitud y calidad de la de Aznalcóllar», aunque ha admitido a su vez que «han quedado por resolver cuestiones como es el hecho de que la balsa tenía 32 hectómetros cúbicos (de residuos) de los que han caído cinco y el resto están en la balsa». Por ello, Ferrer entiende que sigue existiendo «un potencial foco de contaminación complicado que son los restos de la balsa que continúan goteando hacia Guadiamar y Doñana».

El Corredor Verde del Guadiamar, la mejor respuesta al desastre

Tras varios años de duros trabajos, la inmediata reacción de la Junta de Andalucía por la recuperación de las zonas afectadas por aquel vertido nos dejó como resultado el Corredor Verde del Guadiamar, espacio que hace ya 15 años fue declarado por la administración regional como Paisaje Protegido.

Este miércoles, 25 de abril, en el Área Recreativa de Las Doblas, en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, ha visitado este paraje el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, acompañado entre otras autoridades por el alcalde sanluqueño, Raúl Castilla, o la delegada del Gobierno de la Junta en Sevilla, Esther Gil.

El consejero de Medio Ambiente ha garantizado este miércoles que si, finalmente, se reabriera la mina de Aznalcóllar (Sevilla) sería «una vez pasara todos los controles ambientales» y tras sufrir la zona una restauración ejemplar una vez que hace 20 años, el 25 de abril de 1998, sufrió el mayor vertido tóxico de la historia de España por la rotura de un muro de contención de una balsa de decantación.

«No sé si reabrirá o no, pero si se reabre será después de pasar todos los controles ambientales que estamos obligados a hacer. Ahora se está tramitando la autorización ambiental, incluso la empresa dice que vamos muy lentos, pero no hay más remedio para mirar con lupa cualquier cuestión», ha subrayado.

El consejero ha apuntado también que la minería del siglo XXI «no tiene nada que ver con la que se practicaba en el siglo XX y XIX» y ha insistido en que «la normativa ahora es más estricta, con mayores exigencias y muy vigilantes para que esto no ocurra».

Al hilo de esto, a preguntas de los periodistas sobre la responsabilidad penal de la empresa Boliden en el vertido tóxico de hace 20 años, el consejero ha señalado que «todavía se está dirimiendo». «Me parece que 20 años después estas cuestiones deberían quedar claras y la empresa responsable última y principal debería haber pagado», ha subrayado. Sin embargo, ha señalado que «no ha sido así», aunque espera «que lo sea y el menor plazo posible» porque «quien corrió con la mayor parte de los gastos fue la Junta».

En concreto, ha detallado que la Junta ha invertido 165 millones de euros para la restauración de este paraje natural, un montante que asciende a lo que sería el presupuesto del Plan Infoca para un año, según ha precisado.

Entre lo que queda por hacer, ha llamado la atención sobre la vigilancia en la zona para que ver dónde los metales pesados que se vertieron en el cauce del Guadiamar, aunque se retiraron en su mayor parte, afloran en la zona.

«Queda seguir otorgando a la zona la importancia que tiene y ofrecerla como uno de los corredores verdes más importantes que hay en Andalucía», ha apuntado el consejero, quien ha asegurado que «la zona está mejor que antes del desastre».