Miles de kilómetros separan Egipto de la provincia de Sevilla. Sin embargo, en el municipio de Osuna, se puede visitar un lugar cuyo paisaje recuerda a esas pirámides y figuras del reino de Cleopatra. Se trata de El Coto de las Canteras, un singular enclave en el corazón ursaonés que ha dejado una marca distintiva en la ciudad y que está abierto a los visitantes.
El Coto Las Canteras ha sido testigo de las tradiciones y costumbres de Osuna desde tiempos remotos. Hoy en día, este espacio alberga una colección de enseres y herramientas utilizadas para la extracción y transporte de piedra, que dan testimonio de la historia que ha moldeado la ciudad a lo largo de los siglos.
Y es que Osuna se encuentra sobre una colina, a media ladera, dominando un amplio paisaje de campiña. Al sur, se atisban las primeras estribaciones de la Subbética, que se conforma sobre un sustrato rocoso de areniscas calcáreas. Esa piedra ha servido desde la antigüedad más remota a los habitantes de esta zona para construir sus edificios.
El lugar más alto, conocido como el Cerro de las Canteras, ha sido durante milenios la fuente de suministro de los sillares utilizados en la edificación de casas, palacios e iglesias. Su característico color ocre y su textura porosa han dejado una marca distintiva en la ciudad desde los tiempos de los turdetanos hasta mediados del siglo XX.
Con su rica historia y su papel fundamental en la evolución arquitectónica de Osuna, sigue siendo un monumento natural que preserva la identidad de esta tierra y su conexión con el pasado.
