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El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Utrera ha decidido liberar bajo fianza a dos jóvenes de 19 años, acusados de violación por una menor de edad, tras los acontecimientos ocurridos durante un cumpleaños al que asistieron los tres implicados el pasado 9 de julio. Tras evaluar las declaraciones de los involucrados y de una testigo, la magistrada ha encontrado «contradicciones» en todos los testimonios.
Aunque la jueza admite que existen indicios de responsabilidad criminal, ha considerado que la prisión preventiva no es necesaria en este caso y ha impuesto una orden de alejamiento en relación a la presunta víctima. Los jóvenes están siendo investigados por un delito de agresión sexual con penetración y han sido puestos en libertad provisional sin fianza, con la única obligación de comparecer ante el juzgado cuando se les requiera.
La agresión se produjo durante un cumpleaños
La menor denunciante relató que fue abordada por los acusados durante la madrugada del 9 de julio. Según su testimonio, la llevaron a un lugar apartado, donde la agredieron sexualmente y la forzaron a realizar actos sexuales. Después de que los jóvenes se marcharon, la menor se unió a sus amigas y les contó lo sucedido.
De acuerdo con la versión de la denunciante, los jóvenes la llevaron a un camino cerrado, la sujetaron contra una valla, la despojaron de su ropa interior y procedieron a cometer la agresión sexual.
Los acusados niegan la agresión y afirman que el encuentro fue consensuado. Sin embargo, la magistrada ha concluido que sus testimonios carecen de coherencia y presentan contradicciones. Además, el hecho de que no haya existido enemistad previa o conflictos entre la víctima y los jóvenes ha llevado a la jueza a considerar que la prisión preventiva no es justificada.
La Fiscalía solicitó una orden de alejamiento de 500 metros para los acusados con respecto a la víctima. Sin embargo, la magistrada ha optado por conceder la libertad provisional con la obligación de presentarse ante el juzgado cuando se les requiera. Según la jueza, no se aprecia un riesgo inminente de repetición del delito, ya que los jóvenes no tienen antecedentes y cuentan con domicilio y arraigo familiar en Utrera. La orden de alejamiento se ha establecido con el fin de proteger y garantizar la seguridad de la denunciante.