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La Fiscalía solicita para Manuel Morilla, del PP, dos años de cárcel y diez años de inhabilitación por «tolerar» entre 2003 y 2007 los vertidos al río.

El Juzgado de lo Penal número 14 de Sevilla enjuiciará a partir del día 5 de mayo al ex alcalde de Morón de la Frontera Manuel Morilla (PP), para quien la Fiscalía pide dos años de cárcel y diez años de inhabilitación por «tolerar» entre 2003 y 2007, «con una absoluta inactividad», que una decena de empresas realizaran vertidos industriales contaminantes a la red de saneamiento municipal y, por derivación, al río Guadaíra.

La Fiscalía considera que el acusado es autor de dos delitos contra el medio ambiente y, por el primero de ellos, le pide diez años de inhabilitación para empleo o cargo público municipal, mientras que por el segundo solicita dos años de cárcel y el pago de una multa de 30.000 euros.

En su escrito de acusación, la Fiscalía relata que el imputado, como alcalde, tenía atribuidas las competencias en materia de vertidos en aguas superficiales desde el núcleo urbano a la red municipal, y, en concreto, para las autorizaciones de vertidos hechas por las industrias de aderezo de la aceituna, «que son numerosas en la localidad, siendo notorio el problema ambiental que generaba esa frecuente práctica ilegal».

Tras remarcar que el Ayuntamiento debía además informar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de cualquier autorización de vertido que se propusiera conceder, indica que, «al menos» entre 2003 y 2007, el acusado «no impulsó ni se preocupó en absoluto de hacer inspecciones eficaces» orientadas a comprobar si se cumplía la normativa local medioambiental en esta materia.

Además, «no dio autorizaciones individuales de vertidos en los casos en que pudiera ser factible ni tomó ninguna medida efectiva cuando supo que, a pesar de ello, se hacían», a lo que se suma que «nunca» adoptó medidas preventivas ni ordenó controlar los parámetros de los procesos de explotación de las empresas potencialmente contaminantes del municipio, «que eran numerosas».

Así, el ex alcalde «toleró» que al menos nueve empresas de las industrias del aderezo y otras, como un matadero de pollos, hicieran vertidos industriales contaminantes a la red de saneamiento municipal, por lo que, «ante la alarmante situación ambiental», la CHG propuso al Ayuntamiento en 2007 que clausurara dos puntos de acceso a la red «hechos sin autorizaciones previas», así como que adoptara medidas de colaboración.

Según el fiscal, el procesado «era perfectamente consciente de la grave situación ambiental en el río Guadaira provocada por estos sistemáticos vertidos». Asimismo, «y para dar apariencia formal de cumplir las obligaciones preventivas y sancionadoras en materia ambiental, que no había intención alguna de ejercer verdaderamente», el exalcalde «ordenó incoar varios expedientes sancionadores contra algunas empresas que eran denunciadas».

Ecologistas en Acción lamenta la «lentitud» de la Justicia

La organización ecologista Ecologistas en Acción, que actúa como acusación popular, ha lamentado la «lentitud de la justicia, que va a tardar siete años en juzgar los hechos», y lamenta la «pasividad de las instituciones que ni siquiera se han personado en el proceso».

La asociación ha señalado que «ninguna institución pública» se ha personado en este proceso «para defender los intereses generales del medio ambiente y de los habitantes de la Cuenca del Guadaíra». «Ni la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que pagó el arreglo de la depuradora, ni la propia CHG que denunció los hechos, ni el Ayuntamiento de Morón, que sin embargo ha pagado 32.000 euros en concepto de defensa jurídica del acusado», concluye.

Asimismo, los ecologistas critican que «la CHG impuso multas al Ayuntamiento de Morón por un valor superior a 1,5 millones de euros, que han tenido que soportar los ciudadanos de Morón con sus impuestos» y ha reclamado a la CHG que «dedique ese dinero íntegramente a labores de restauración ambiental del río Guadaíra a su paso por Morón, especialmente en la zona de la Sierra de Esparteros».