El Festival Internacional de Danza de Itálica tendrá lugar desde el 2 hasta el 21 de julio en Santiponce.

El festival abrirá sus puertas este martes con la producción propia ‘La satisfacción del capricho’, de la mano de Bárbara Sánchez y que supone «un auténtico ritual de celebración» en torno a Isadora Duncan.

En rueda de prensa, la directora técnica de Cultura de la Diputación de Sevilla, Victoria Guzmán, ha explicado que las compañías que llegan a este festival no está ahí por el mero hecho de ser andaluzas, sino que son «las que tienen que estar» dada su calidad, su madurez y su desarrollo creativo, según ha subrayado, tras hacer hincapié en que estos artistas son el «fruto» del trabajo formativo realizado en este área durante años. «Estos valores jóvenes, pero también maduros, van abriendo caminos continuamente», ha subrayado.

Guzmán ha celebrado la buena acogida en ventas de entradas que están teniendo estas compañías, «igual que las de gran renombre», y ha destacado el espectáculo que abrirá esta edición del festival con Bárbara Sánchez, una «completa» creadora sevillana, formada con los principales maestros europeos y de amplia trayectoria. «La obra no es un homenaje, sino una celebración de la figura de Isadora Duncan, con un elenco de nueve mujeres disfrutando y en un éxtasis continuo».

Por su parte, Bárbara Sánchez ha puesto en valor una obra que pretende transmitir el «espíritu y esencia» de Isadora Duncan, «se verán los cuerpos en éxtasis, no como una enajenación, sino como muestra de extrema sensibilidad ante las cosas, activando el motor interno sin que pase por el intelecto», ha explicado.

El festival tendrá un coste de 550.000 euros, de los que 350.000 euros van directamente a las compañías, quienes han ajustado sus precios un 20 por ciento, la misma reducción del montante total.

Guzmán ha criticado la ausencia de aportación por parte del Gobierno central, después de que se desestimara la concesión de subvenciones en la modalidad de programas de apoyo a festivales, muestras, certámenes y congresos de danza alegando que no concurrían espectáculos de al menos tres comunidades autónomas en el citado festival Sevilla. Así, Guzmán ha rechazado los argumentos dados, recordando que dentro de las compañías hay personas de todos los lugares y advirtiendo que «nadie puede meterse de manera tan directa en la programación» de un evento como éste.

Por su parte, Sánchez ha calificado como una «auténtica pena» la situación de la cultura actualmente en el país y ha puesto en valor que se continúe con la celebración de festivales como el de Itálica. «Desaparecen festivales y salas como arena que se va disolviendo entre los dedos, a pesar de que el arte y la cultura son necesarios para educar desde pequeños a las personas, impulsando el cambio de pensamiento», sentencia, dejando claro la necesidad de apoyo y de cambio de mentalidad al respecto.

Desde el Teatro Romano al Monasterio de San Isidoro

Este homenaje a Isadora Duncan será sólo el primero de los siete espectáculos que se desarrollarán en el Festival Internacional de Danza de Itálica entre los días 2 y 21 de julio y que tienen como escenario el Teatro Romano, así como por primera vez en el Monasterio de San Isidoro del Campo, donde se montará una grada para unos 200 espectadores. Los precios oscilarán entre los 15 y los 12 euros en el Teatro Romano de Itálica y un coste fijo de 15 euros en el espectáculo que se programa en el Monasterio de San Isidoro.

Así, se podrá ver también la producción propia del ‘Cantar de los Cantares’, con la compañía de danza de Guillermo Weickert y ‘Lirio entre espinas’ los días 8, 11, 14, 15, 18 y 19 de julio en San Isidoro del Campo. A éste, se suman en el Teatro Romano los días 5 y 6 el espectáculo de Martha Graham Dance Company, con un programa sobre la mitología, uniendo lo clásico a coreografías actuales; mientras que los días 9 y 10 de julio actuará la compañía sevillana Mopa, que aporta con ‘Acostumbrismo’ una mirada diferente del mundo.

Igualmente, Quorum Ballet trae los días 12 y 13 de julio ‘Correr o fado’, un homenaje al fado desde el prisma de la modernidad; el Ballet Nacional de Marsella representa los días 16 y 17 de julio ‘Metamorfosis de Ovidio’, una obra apoyada en las aportaciones de dos arquitectos brasileños, los hermanos Campana; mientras que los días 20 y 21 de julio llega también al Teatro Romano la compañía israelí Kibbutz Contemporary Dance Company, con ‘If at all’, una obra que es «pura energía, sencillamente espectacular».

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