El Graderío de la Catedral, por Mercedes Serrato

Pensaba dedicar la columna de hoy a mi Betis de mis amores, al añito en segunda que otra vez nos toca padecer, y a esa directiva que parece no querer irse ni a tiros…pero me daba cierta desgana hablar una y otra vez de lo mismo.   Entonces el domingo ocurrió el famoso “ataque”, por llamarlo de alguna manera, al Gran Poder, y sinceramente, casi me provoca la misma desgana hablar de eso que de mi equipo verdiblanco.

Mercedes Serrato. Por supuesto, como cofrade, como persona amante del arte, como amiga de hermanos de esa hermandad, como nieta de una gran devota del Señor de Sevilla, como persona tolerante, me apenó lo sucedido. Por otra parte, me avergüenzo mucho, (vergüenza ajena) de comentarios, artículos y sandeces varias con las que muchos insultan nuestra inteligencia. La conspiración judeo-masónica contra la Iglesia no me vale, el argumento vacío de que el catolicismo está perseguido me hace reír… Lo que ha ocurrido  no debería haber pasado, pero es un hecho aislado, originado por una persona que presuntamente, o sin presunción, no está en sus cabales…

Pero no podía ser así, los sevillanos lo magnificamos todo, hacemos más tragedia que Enrique Esquivias, al cual he escuchado hablar tan serenamente como sería deseable escuchar a algunos más.  Pero no, hay que inventarse fines ocultos, extrañas argucias, con un poco de suerte conseguirán enfrentarnos a unos y otros y volver al año treinta y seis.

Sólo espero que ese Cristo, al cual los béticos acudimos en tantas ocasiones esté pronto nuevamente donde debe estar, en el que es su sitio, repartiendo consuelo, amparo y esperanza entre todos aquellos que acuden a verlo.

Mientras tanto, los béticos purgaremos en la división de plata las culpas de otros, las culpas de los que no se han enterado de que no los queremos, aún no lo comprenden, porque no comprenden el Betis, no entienden lo que es ser humilde pero digno, lo que es un sentimiento como el de Capi abandonando el terreno de juego arrodillado ante la afición que sabe perdonar y reconocer.

Pido perdón por este sacrilegio blanco al fusionar estos dos temas, pero esto también es Sevilla, la ciudad dual y antagónica, donde aunque muchos no lo quieran ver, se encuentran los polos opuestos sin confrontaciones ni ataques.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...