En un solo día el presidente de esta Andalucía nuestra ha descubierto tras 35 años, que García Caparrós murió el 4D, que hace falta un pacto para sacarnos de la crisis y además pide su parte de la amnistía fiscal de Rajoy, que al mismo tiempo critica. Redondo.
En un 4 de diciembre parece que Griñán ha abierto los ojos ante la realidad. Le ha costado lo suyo. El día lo arrancaba con una brillante propuesta política: un Pacto por Andalucía. Esto viene a ser un acuerdo para sacar a nuestra comunidad de la crisis. Precisamente, es algo que las calles llevan años pidiendo y que hasta el mismo Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, dijo con claridad con aquello de “la gente está muy harta de las peleítas”. Llevaba razón entonces, pero parece que Griñán, y Valderas, y Zoido y una largo y… tomaron poca nota. Y ahora, tras cinco brutales años de crisis, el presidente andaluz llama al consenso y al pacto…Y nunca es tarde si la dicha es buena, pero a buenas horas mangas verdes.
Conforme avanzaba el que es desde 1977 el Día de Andalucía para los nacionalistas andaluces, Griñán acepta una propuesta de Izquierda Unida para declarar Hijo Predilecto a Manuel José García Caparrós, joven malagueño que murió aquel día grande para Andalucía y que acabó tiñendo de sangre la capital de la Costa del Sol. No seré yo quien dude de su merecimiento pues su muerte ha pasado a formar parte de la historia de nuestra autonomía, pero ¿de verdad han tenido que pasar 35 años para que el PSOE que desde entonces gobierna la mayor Comunidad Autónoma de España se preste a reconocer lo que es de justicia? ¿Y los últimos 35 años en qué se ha pensado en materia de identidad, historia y autonomía?
Creo que la sucesión de hechos se describe por sí misma. Aunque sabiendo que tenemos un muy inteligente presidente, y lo digo sin sarcasmo alguno, se entiende que nada es gratuito, ni fortuito, sino más bien oportuno u oportunista, según se quiera ver.
Pero aún quedaba para seguir con las coherencias de Griñán en el 4D. Y es que hemos conocido que la –injusta- amnistía fiscal de Rajoy ha conseguido recaudar 1.200 millones de euros, mucho menos de lo esperado al principio. Nuestro presidente lúcido como pocos durante el día, primero ha criticado –y con razón- la polémica medida de su homólogo en el gobierno de España. Y hasta aquí todo bien.
La cuestión es que acto seguido, ni corto, ni perezoso, anuncia que estudiará si puede disponer de la parte que por norma le correspondería a la comunidad autónoma. Coherencia absoluta, sí señor. Primero critico un dinero que nace de una injusticia como pocas, e inmediatamente después pido mi parte.
Pues sin lugar a dudas Griñán sí que ha tenido un pletórico 4 de diciembre y a partir de ahora tendrá algo más que celebrar: que cayó del guindo.