El vaper ha vuelto con fuerza a las calles de la capital hispalense (y de muchas otras). La venta de estos dispositivos que, hace unos años, revolucionaron el hábito de fumar ha experimentado un nuevo impulso en los últimos meses gracias a la aparición de nuevos modelos y fórmulas de consumo, así como a la democratización de los precios de los dispositivos.

Considerados como la opción más sana para los amantes del humo, un vaper recargable ofrece las mismas sensaciones que un cigarrillo, pero sin resultar perjudicial para el organismo.

Es por eso por lo que cada vez más personas se pasan a este dispositivo: más de medio millón de personas han dejado atrás las cajetillas de tabaco, según UPEV. Para esta asociación de empresarios del sector, la posibilidad de controlar y disminuir paulatinamente el nivel de nicotina es una de las mejores herramientas para quienes quieren optar por una vida sana a medio plazo.

Ventajas del vapeador vs. el tabaco

En la balanza de vapear vs fumar, el tabaco siempre sale perdiendo. Las virtudes del dispositivo electrónico son mucho mayores que las que ofrecen los cigarros, tanto desde el punto de vista de la salud como desde el económico.

De manera general, tanto los consumidores como los profesionales del sector identifican los siguientes puntos, que invitan a sumarse al resurgir del vapeo:

  • Contiene muchos menos componentes nocivos para la salud; el cigarrillo incluye casi seiscientas sustancias perjudiciales, mientras que el vaper aboga por elementos naturales como la glicerina vegetal, el agua y la nicotina.
  • Es posible reducir poco a poco la ingesta de nicotina, hasta dejar de fumar. El 65 % de las personas que vapean abandonan el tabaco para siempre en un plazo de un año.
  • El humo generado no huele mal. Además, es posible incluir sabores y aromas que mejoran la experiencia de consumo.
  • El coste del vaper es mucho más reducido que el del tabaco: el fumador de tabaco medio gasta un total de 1825 euros de media al año; el usuario de vaper no supera los 350 euros en ese mismo periodo de tiempo.

El vaper recargable se posiciona como la mejor opción

Dentro del amplio catálogo de dispositivos electrónicos para fumadores se establecen dos grandes familias, los vapers desechables y los vapers recargables. ¿Cuál es la mejor decisión en ese sentido?

Desde el punto de vista económico, el vaper recargable es mucho más interesante, tanto para los fumadores habituales como para aquellos que lo usan en ocasiones especiales: la inversión inicial es más alta, pero en el plazo de un año el gasto está más que amortizado.

Además, los dispositivos de largo uso suponen reducir la generación de residuos, con lo que se reduce la huella de consumo y se está contribuyendo a la mejora del medio ambiente.

Por último, y pensando en los usuarios, los vaper recargables ofrecen una calidad superior, un mayor control del nivel de nicotina que se consume y una experiencia de uso más agradable en términos generales.

Es por eso por lo que cada vez más personas se deciden por este tipo de dispositivos, que son un elemento cotidiano en ciudades como Sevilla, donde es difícil no encontrarse con varios consumidores de este tipo de productos cada vez que se sale a la calle.