Para «mantener los pies en el suelo» es indispensable contar con un pavimento adecuado, correctamente instalado, en el hogar. La madera es, junto a las baldosas cerámicas, la opción por la que más se apuesta a la hora de instalar suelos en una vivienda. Sin embargo, no todo el mundo puede permitirse un suelo de madera maciza. Afortunadamente, gracias a los avances tecnológicos, el mercado pone a disposición del consumidor alternativas igualmente válidas al suelo de madera maciza, pero a un coste evidentemente menor. Tal es el caso del suelo laminado. Ahora bien, ¿en qué consiste dicho suelo? ¿En qué se diferencia de la tarima flotante y del parqué? A continuación, aclaramos todas estas cuestiones.

¿Tarima flotante, parqué o suelo laminado?

La forma más efectiva de definir qué es el suelo laminado es poniéndolo en contexto con los suelos con los que éste podría confundirse.La tarima flotante, el parqué y el suelo laminado tienen en común la estética de madera que proporcionan a las habitaciones donde se instalan. Por tanto, la diferencia entre ellos se encuentra fundamentalmente en su composición: en la proporción de madera presente en cada tipo de suelo.En el caso de la tarima flotante, ésta cuenta con una composición de madera natural cuya instalación flotante hace que no sea necesario clavar o encolar la madera a fin de sujetarla. Al igual que la tarima flotante, el parqué también es de madera natural, pero menos «endeble», al estar formado por varias capas de madera superpuestas (no sólo por una única capa). Por último, el suelo laminado imita la madera, pero ésta no es «ingrediente» principal en su fabricación.

Capas del suelo de parqué: 

  • Capa noble: Es la capa más externa, la que define que el parqué sea de madera de roble, por ejemplo.
  • Capa superficial: Es una capa de madera maciza.
  • Capa intermedia o persiana: Permite facilitar que las piezas de la capa superior o noble queden bien cohesionadas, para evitar que el suelo se deforme.
  • Capa base o antibalanceo: Se trata de una capa de contrachapado adherido a la capa persiana. Como indica su nombre, al ser la base, es la capa que garantiza la estabilidad del suelo.

Suelo laminado

La composición del suelo laminado se fundamenta en la resina. En su estado bruto, ésta se encuentra en forma de líquido viscoso, translúcido o transparente. A dicho líquido se le añaden dos componentes: un catalizador y un acelerador, que hacen que la resina de solidifique. Al igual que el parqué (y a diferencia de la tarima), el suelo laminado está formado también por varias capas, que son:

  1. Capa de desgaste: Esta capa proporciona protección al suelo laminado. Es la más superficial. Consiste en un papel transparente, que aporta resistencia a la exposición solar, impermeabilidad, protección frente a arañazos e impactos, etc.
  2. Capa decorativa: Es la parte que concentra la apariencia física final del suelo; la estética. Se trata de un papel con una fotografía impresa a muy alta resolución y tratada con resina para su fijación y durabilidad. Esta capa reproduce cualquier tipo de material. En el caso que nos ocupa, la madera, pero también es conveniente señalar que hay otras imágenes que puede reproducir, como: piedras, diferentes telas…
  3. Capa de fibras de madera: Consiste en un tablero sobre el que se coloca la capa decorativa. Las fibras de madera son de alta densidad. Son precisamente las que permiten que el suelo sea duradero, estable, y además, resistente a la humedad; lo que permite que el suelo laminado sea tan válido para interior como para exterior.
  4. Contracara: Es una última capa de papel que protege el tablero de fibras, y permite aportar estabilidad al conjunto del suelo laminado.

¿Cómo es la instalación y cuánto cuesta?

La instalación de suelo laminado incluye tareas de cepillado, rebaje de puertas, levantado y retirada de suelos ya existentes, nivelación de suelo con pasta niveladora… Además de las tareas administrativas y burocráticas (esto es, sobre todo, la obtención de permisos y licencias).Por otra parte, en lo que se refiere al precio de instalación de suelo laminado, al tratarse de un material que imita la madera sin serlo, son suelos más económicos, que ofrecen un acabado igual al de la madera. Partiendo de que el montaje de suelo laminado es barato, el presupuesto se calcula atendiendo a tres factores: el metro cuadrado, el material y la resistencia. A mayor resistencia, el presupuesto es más elevado, pero a cambio, el suelo perdura consecuentemente mucho más tiempo.

¿Dónde puede conseguirse este suelo?

Se recomienda recurrir a profesionales, por varios motivos: ellos se ocupan de hacerse con el suelo a instalar, son conscientes de cómo efectuar su instalación, ahorran posibles fallos que puedan repercutir negativamente en el futuro, etc. En España se encuentra instalacionsuelolaminado.es, la página web de una empresa de suelo laminado que da servicio a toda la Comunidad de Madrid.