Toda empresa moderna, eficiente y de vanguardia aspira a altos niveles de productividad. Tener productividad es un indicador de que las cosas se están haciendo bien en todos los ámbitos, y que la rentabilidad está prácticamente asegurada. Cuidar la productividad de las empresas es, por tanto, un deber ineludible de una gestión exitosa.

Dentro de la productividad hay muchos aspectos que tienen incidencia. Los puestos de trabajo, su interconexión, la calidad de los profesionales, entre otros. Pero sin duda, la importancia de los muebles de oficina y del diseño de espacios de trabajo saludables y productivos, es lo que termina desencadenando indicadores de productividad superiores a la media.

Asesorarse en profesionales del sector

Antes de hablar propiamente de la productividad y de cómo el mobiliario de una oficina influye en la misma, es necesario hacer la salvedad de que es crucial contar con empresas que sean especialistas en el diseño, la construcción, el equipamiento o la adecuación integral de espacios de trabajo productivos.

Empresas como Ofidisma, especializada en muebles de oficina en Sevilla y en diseño integral de espacios de trabajo, es un buen ejemplo de lo anterior descrito.

Y es que la productividad, la ergonomía y la motivación son conceptos que van ligados, por lo que en la oficina, en el área de trabajo, todos esos pequeños elementos deben cuidarse y es gracias al mobiliario que se pueden hacer una gran tarea en promover altos niveles de productividad, sobre todo si se proyectan los resultados a plazos intermedios o largos.

¿Cómo influye el mobiliario en la productividad de las empresas?

Si bien es cierto que la afirmación de que el mobiliario más caro hará a las empresas más productivas no tiene ningún tipo de validez, sí es bastante cierto que el mobiliario correcto, el adecuado para cada situación, acabará por brindar mayores resultados en términos de producción del talento humano, en comparación con aquellas empresas que no tomen el mayor compromiso por mantener un mobiliario adecuado y espacios de trabajo enfocados en la alta productividad.

Por tanto, la influencia del mobiliario o de los muebles de oficina en la productividad de las empresas pudiera describirse desde diferentes perspectivas:

Ergonomía

La ergonomía habla de las condiciones del puesto de trabajo con respecto a la comodidad, la motivación y la buena salud de las personas que allí laboran. Considera aspectos como la iluminación, el clima, la distribución de los espacios y el mobiliario apropiado.

En esos últimos puntos es crucial detenerse, ya que la distribución ineficiente de los espacios -por ejemplo, sin mamparas divisorias que brinden privacidad para enfocarse en las labores- o tener un mobiliario que apueste poco o nada por la ergonomía -por no contar con sillas ergonómicas- puede disminuir de forma abrupta la productividad de cualquier empresa, ya que los niveles de energía caerían, aumentando también los de fatiga física y mental de los trabajadores involucrados.

Hacer más, mejor, y en menos tiempo

Tener el mobiliario adecuado para almacenar documentos, para trabajar en un escritorio, en términos de espacio disponible, para juntarse como equipo a desarrollar ideas o plantear soluciones a diferentes situaciones de los proyectos, aunque parezca algo accesorio, forma parte de los niveles de incremento de la productividad de cualquier empresa.

Es así, porque la productividad está atada a términos como la eficiencia, que es la utilización de los recursos disponibles de una mejor manera para encontrar objetivos cada vez más grandes. Gracias a contar con una distribución eficiente de los espacios, con el mobiliario adecuado y además, se puede hacer más trabajo en menor tiempo, con menor carga física o mental para los trabajadores, y por lo general con mayor nivel de motivación para cumplir sus tareas.

Ahorro económico a largo plazo

A fin de cuentas, hablar de productividad es también hablar de finanzas. En una empresa, la productividad no solo se mide por el cumplimiento o no de los objetivos, sino por la cantidad de recursos que les ha tomado conseguir tales resultados. Lo ideal es que una empresa pueda conseguir el mayor número de objetivos por un mínimo de recursos utilizados.

Invertir en mobiliario de oficina de alta calidad permite precisamente eso, porque si bien se debe considerar una inversión inicial, es una inversión que tiene una vida útil medida en décadas; décadas en las que los profesionales involucrados tendrán niveles de trabajo más elevados, sin apenas sentir una exigencia mayor, ya que están motivados, están en condiciones de ergonomía adecuadas y suelen tener más disposición al logro.

De acuerdo a lo anterior, una inversión en ese terreno que se amortice en unos 5 años pero tenga una vida útil de 10 o más, acabaría siendo una de las decisiones más rentables que pueda tomar una empresa, sobre todo si se considera a los niveles de productividad como un indicador adicional que justifique tal toma de decisiones.

Delegar en profesionales

El mobiliario de oficina para la productividad de las empresas es importante e insustituible. Pero al mismo momento, tiene la ventaja adicional de que en la actualidad hay empresas que se pueden encargar de desarrollar proyectos que configuren espacios de trabajo eficientes, saludables, altamente productivos y ergonómicos.

Desde luego, empresas como Ofidisma sirven como un punto de partida para adquirir mobiliario específico para una oficina ya construida -sillas ergonómicas, sillas presidenciales, mesas de trabajo, mesas directivas, mamparas divisorias o cortinas, por ejemplo-, pero al mismo tiempo es un excelente recurso con el que contar cuando no se sabe cómo proceder, aunque se tiene la certeza de que los niveles de productividad podrían estar mucho más elevados.

Hay muchos factores involucrados en la productividad de las empresas. No obstante, el mobiliario de la oficina -y la ergonomía del mismo- pudiera ser considerado como uno de los elementos que mayor incidencia tiene en los resultados que una empresa pueda obtener en el futuro. No invertir en este tipo de aspectos, al mismo tiempo, puede repercutir en resultados peores no solo a nivel productivo, sino laboral y hasta de talento humano.