La adolescencia es una de las etapas clave en la vida de cualquier persona. Durante estos años encontramos cómo los adolescentes forman su personalidad, sus valores e intereses. Además de ello, a nivel académico también es importante, ya que empiezan a asentar las bases de su futuro.

Más allá de este aspecto, lo cierto es que al hacerse mayores tienen más responsabilidad y con ello, ganas de experimentar cosas nuevas, como tener una moto. Antes de proceder a ello, debemos calcular el seguro de moto y seguir una serie de pautas que explicaremos en este artículo.

Es importante explicarles que llevar moto conlleva tener una responsabilidad 

La época de la pubertad es donde más aventuras suelen vivirse. Se empieza a estudiar en el extranjero, se hacen cursos de verano de inglés fuera y, además, como indicábamos anteriormente, también llegan las ganas de querer una moto. Una de las razones que explican sus ansias por tener una es por un deseo de independencia, por sentirse más adultos y con mayor libertad.

Por ello, debemos escucharlos en primer lugar y saber qué necesidades tienen, qué razones los motivan a querer una. Es decir, si es un deseo personal o el motivo se centra en que sus amigos o en redes sociales han visto que es popular tener una. Por esa razón hay que explicarles que llevar una moto va más allá de hacerse una foto con ella o llevar a sus amigos consigo: se trata de una responsabilidad, donde se necesita ser cabal y tener prudencia.

Es importante educarles para que no pongan en riesgo su vida y la de los demás

A la hora de entablar una conversación con ellos sobre la moto debemos explicarles detalladamente los pros y contras. Los aspectos positivos seguramente ya los conozcan y, a la hora de exponerles los negativos, debemos huir de las alarmas y del miedo. Si bien nos sentiremos ciertamente preocupados, hay que proyectar en ellos confianza. Evidentemente, tendremos que hacer balance de cuál ha sido su trayectoria para saber si van a ser responsables o no. Aquí tendremos que hacer hincapié en que deben evitar los “caballitos” en la moto, llevar a más gente de la permitida y los excesos de velocidad.

Deberemos proporcionarles información relativa a la seguridad vial y al seguro del coche

Continuando con el hecho de no generar alertas en ellos, no debemos descuidar el hecho de que llevar una moto implica afrontar unos riesgos. Para tratar de evitar que los cometan, podemos aportarles información relativa a velocidades, cuidados de la moto, excepciones y, en definitiva, todo lo relacionado con la seguridad vial. También es fundamental que conozcan cómo deben proceder en caso de que las autoridades les soliciten documentación o en caso de siniestro. Aunque lo más probable es que llamen a sus padres, hay que inculcarles la autonomía necesaria para resolver por ellos mismos los problemas.

Con calma y razonando con ellos, tendremos la tranquilidad de que son conocedores de los riesgos y los beneficios que tiene una moto. Ahora es el momento de entablar la conversación con nuestros respectivos hijos adolescentes y decidir si son idóneos para disponer de una moto.