Pedro Sánchez anuncia su Gobierno /SA
Pedro Sánchez / SA

Manuel Muillo Sánchez, vigilante de seguridad y experto tirador de 63 años, ha sido detenido en su domicilio de Terrassa por planear el asesinato del presidente del Gobierno. En su vivienda tenía un arsenal con 16 armas, entre ellas, rifles de alta precision y un subfusil de asalto. La alarma la dio una compañera de un grupo de WhatsApp cuando el detenido empezaba a solicitar datos y ayuda para cometer un atentado sobre Sánchez.

Manuel Murillo Sánchez, un experto tirador de 63 años, planeaba atentar contra el presidente como venganza por la orden de exhumación de los restos de Franco y fue detenido en su domicilio de Terrassa, donde tenía un arsenal de 16 armas de fuego, incluidos rifles de alta precisión y un subfusil de asalto. Decía estar dispuesto a «sacrificarse por España».

Como ha adelantado el diario Público, Manuel Murillo era el mejor de los del club de tiro olímpico del Vallés, en el que practicaba y competía con éxito desde hacía muchos años, hasta convertirse en un experto en armamento; un francotirador avanzado capaz no sólo de modificar armas cortas o largas, sino incluso de construirlas.

Sin participación en actos violentos, el detenido frecuentaba ambientes ultraderechistas. El vigilante de seguridad empezó a buscar cómplices para acabar con ese «rojo de mierda» tal y como compartía en un grupo de WhatsApp.

La información se pudo conocer tras levantarseel secreto del sumario de un proceso que instruye el Juzgado Nº3 de Terrassa (Barcelona), ciudad de su nacimiento y donde residía hasta su detención por los Mossos d’Esquadra hace tres semanas.

Sin miedo al sacrificio de su libertad

El francotirador no tenía miedo a las consecuencias de su plan. Él mismo firmaba en el chat: «Estoy dispuesto a sacrificarme por España». Según Público, fue entonces cuando los Mossos recibieron el chivatazo y empezaron a rastrear al personaje; aparentemente un vigilante anodino que no pertenecía siquiera a una agencia de seguridad importante porque cambiaba a menudo de empleo: vigilancia nocturna de grandes edificios o garajes que requerían portan armas.

La experiencia como francotirador llevó a los Mossos a solicitar la orden de entrada, registro y detención del sujeto. En el domicilio encontraron todo un arsenal: 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a 1.000 o hasta 1.500 metros de distancia. En su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada e ilegal.

En cuanto a las diligencias judiciales, pasaron del Juzgado de Guardia –el 2 de Terrassa, ese día– al de Instrucción Nº3 porque la Audiencia Nacional rechazó el caso, considerando que no se trataba de una amenaza terrorista, sino meramente una «proposición de homicidio de autoridad», con «tenencia ilícita» de un «depósito de armas».

Manuel Murillo está actualmente en prisión incondicional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, cerca de Martorell, donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra Pedro Sánchez.