La excelente calidad de la película que nos presenta en la jornada de hoy la directora Susanne Bier acude al rescate de la programación de esta irregular edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla. En Un Mundo Mejor aterriza en Sevilla para servir de trampolín a la calidad fílmica del certamen.
Antonio Sánchez-Marrón. Cuando los ánimos parecían perdidos, sólo la confianza en la cineasta danesa Susanne Bier parecía intentar salvar una edición del Festival que se ha caracterizado por productos de carácter irregular y, en muchas ocasiones, excesivamente soporíferos.
La creadora de Hermanos, Cosas Que Perdimos en el Fuego o Después de la Boda (nominada a los Oscar y presentada con bastante éxito hace dos años aquí, en el Festival de Sevilla) ha acudido a la capital hispalense para presentar su nuevo proyecto. Una historia acerca de la violencia que origina la ausencia de los padres y un debate en el que se cuestiona si la venganza es realmente la mejor forma de solucionar tanto problema humano. Dilemas morales, drama y un exquisito baile constante con la tragedia es el resultado de En Un Mundo Mejor.
En la rueda de prensa posterior a la proyección de la película, de la que todos los periodistas presentes hemos salido con la misma palabra en la boca, `Excelente´, la directora ha contestado a las preguntas que le hemos lanzado en compañía de Javier Martín Domínguez, director del Festival y Pernille Christiensen, encargada, junto con Bier, de la edición y montaje de la película.
Nada más comenzar, Martín Domínguez daba las gracias a Susanne Bier «por estar otro año más entre nosotros ya que es una mujer a la que consideramos amiga de nuestro festival, de nosotros y de Sevilla«. Un veterano compañero, procedente de la revista Variety, ha sido el primero en preguntarle a la directora sobre un supuesto proyecto futuro que está rodando en Estados Unidos. Sobre esto, Bier ha respondido que «es cierto. Pero las cosas funcionan despacio. Ya lo sabemos todos los que nos dedicamos a esto del cine. Hay dos estrellas confirmadas, pero por cuestiones de agenda, todavía no podemos tener un calendario definitivo.»
Otra de las preguntas que se han realizado a la directora danesa ha sido con la intención de que la autora explicase los planos recurrentes a la naturaleza y a los bosques, muy utilizados en la película. La directora ha respondido que «se trata de mostrar la fragilidad de la sociedad idílica escandinava, donde es casi una seña de identidad. Es un motivo que se utiliza como telón de fondo para demostrar lo fácil que es que el idilio de una vida desaparezca fugazmente.»
Una de las notas positivas de la película ha sido la gran interpretación de todos sus actores, especialmente de Mikael Persbrandt, Ulrich Thomsen como de Markus Rygaard, el niño que posee la clave de toda la trama. Un compañero interrogaba a Susanne Bier sobre si ha sido fácil dirigir a estos actores a lo que la directora no ha dudado en responder desvelándonos su método de trabajo. «Me encantan los actores y trabajar con todos ellos. Me ayuda el que exista un guión con una evolución emocional. El método que utilizamos es el del ensayo matinal con todos los actores y posteriormente, un espacio libre a la improvisación y la creación actoral, pero siempre haciendo un equilibrio entre las dos formas.«.
La construcción de los roles tanto de los padres como de los hijos ha sido una tarea que Susanne Bier ha intentado explicar afirmando que «es dificil tratar la cuestión entre padres e hijos y todo lo que conlleva el conocimiento mutuo. Tras finalizar el rodaje y la primera proyección, me planteé este tema al preguntarme muchas mujeres sobre el problema del padre ausente. Subconscientemente, se que he querido decir algo con esta cuestión.»
Era inevitable preguntarle acerca de cómo fue su experiencia en Hollywood, recordemos, en donde trabajó con Benicio del Toro y Halle Berry en la película Cosas Que Perdimos en el Fuego, con un éxito más que notable en Estados Unidos y muy buenas impresiones en su continente natal así como que nos explicase si existe alguna diferencia entre rodar allí o hacerlo en Europa. «Trabajar es igual en Estados Unidos que en Europa. Lo importante es saber contar una historia y eso se hace igual aquí que allí.»
Al mismo tiempo, era imposible no preguntarle, como a todo buen director, que pretende con la película a lo que Bier ha respondido tajante. «Quiero que el público se haga preguntas. La venganza se trata en la película pero no se ofrecen respuestas. El público tiene una doble tarea: pasárselo bien y responder a esas cuestiones.»
Uno de los protagonistas de la película es un médico destinado en un país de África en un hospital de campaña donde su función es la de sanar a todo enfermo que le llegue, con cualquier tipo de dolencia. Esta situación la refleja la directora en la película al hilo de la aparición de un personaje que representa todo lo malo del ser humano.
Ese hombre provocará en las mujeres de la zona todo tipo de heridas y vejaciones alejadas totalmente de la concepción de nuestro mundo. Escenas duras muestran los daños inflingidos a estas féminas. La directora, Susanne Bier, se justificaba al utilizar estas secuencias tan extremas para «dar conciencia al mundo de lo que está sucediendo todos los días en aquellos países tan desprotegidos. Los cineastas contamos historias pero debemos hacerlo con el equilibrio suficiente para no hacer caer al espectador en la manipulación intencional de los planos. Estas escenas funcionan.»
De momento, En Un Mundo Mejor constituye el plato más fuerte y con más calidad dentro de la apuesta cinematográfica del Festival. Una película donde el espectador tomará conciencia de un problema nada extraño y empatizará de manera absoluta con todos y cada uno de los personajes participantes en este litigio moral.
En Un Mundo Mejor se proyecta esta tarde a las 20:00 en el Teatro Lope de Vega; mañana 11 de noviembre a las 16:30 en Nervión Plaza y el viernes, día 12 de noviembre, a las 22:30, de nuevo en las salas de Nervión.