La pasividad demostrada por los Mossos d’Esquadra, que ha evitado precintar los colegios electorales previstos para la celebración del referéndum ilegal de independencia, y la posterior intervención de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para impedir el voto han marcado las primeras horas de la jornada de hoy, desarrollada con mucha tensión y votaciones en muchos colegios electorales, pero sin garantías democráticas.

Además, la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, mandatadas por la juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en las que se han visto escenas con utilización de la fuerza –dejando un balance de 465 heridos según el Gobierno catalán–, han provocado un enfriamiento en el apoyo del PSOE al Gobierno, a quien ha culpado de lo que está ocurriendo en la misma medida en la que culpa al Gobierno de la Generalitat por el referéndum ilegal.

Los Mossos d’Esquadra habían asumido la responsabilidad de precintar los colegios electorales, una orden dada por la juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mercedes Armas, según transmitieron en las reuniones de coordinación mantenidas los días pasados en la Delegación del Gobierno en Barcelona, coordinadas por el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos.

Para materializarlo, el Mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero dió una instrucción el pasado viernes según la cual los agentes debían precintar los colegios electorales a las seis de la mañana, aunque limitando su actuación si peligraba la seguridad ciudadana.

Pero, tras la ocupación de muchos centros durante el fin de semana, las organizaciones independentistas han comenzado el día a las cinco de la madrugada concentrándose masivamente en las puertas de los Colegios. A las seis no había ni rastro de los agentes autonómicos y han comenzado a llegar las urnas y las papeletas, portadas por particulares.

La presencia de la policía autonómica ha comenzado a verse cerca de las siete, cuando parejas de Mossos han empezado a pasarse por los centros. Estos se han limitado a levantar acta asegurando que no podían precintar los colegios, ni llevarse las urnas, priorizando de esta manera la seguridad ciudadana sobre la celebración del referéndum.

Además, y en previsión de que se pudieran cerrar centros, el Gobierno catalán ha cambiado las ‘reglas del juego’, es decir, las normas de la votación aprobadas por el Parlamento catalán el pasado 6 de septiembre. Lo ha hecho 45 minutos antes de que comenzara la votación, optando por hacerlo en base a un ‘censo universal’ y permitiendo que se pudiera votar en cualquier colegio y hacerlo sin sobres y con la papeleta impresa en casa.

La reacción del Ejecutivo de Mariano Rajoy ante este súbito cambio de normas no se ha hecho esperar y han dado por «desbaratado» el referéndum poco después de las 8:30 horas, alegando que la Generalitat había «liquidado cualquier vestigio de respetabilidad democrática».

Cierre de 92 centros electorales

El Ministerio del Interior ha anunciado este domingo el cierre de 92 colegios electorales en Cataluña por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil hasta las 17:00 horas de este domingo, actuaciones en las que además han sido detenidas tres personas, una menor de edad, por delitos de desobediencia y atentado a agente de la autoridad.

Según ha informado Interior, el cierre de los colegios da «cumplimiento a la orden de la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña» y denuncia que durante las actuaciones policiales los agentes se han visto «acosados, hostigados e incluso agredidos en numerosas ocasiones», con un saldo de nueve policías nacionales y tres guardias civiles heridos.

En concreto, los agentes de la Policía Nacional han clausurado 46 colegios (27 en Barcelona, 6 en Tarragona, 6 en Gerona y 7 en Lérida) y los agentes de la Guardia Civil otros 46 (14 en Barcelona, 12 en Tarragona, 8 en Gerona y 12 en Lérida).

Puigdemont destaca las colas por votar frente a la «indignidad de la violencia policial»

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha destacado las colas que se han formado en varios colegios electorales para votar en el referéndum de este domingo y lo ha contrapuesto a la «indignidad de la violencia policial».

«He votado en Cornellà. Colas muy largas. Su dignidad contrasta con la indignidad de la violencia policial», ha publicado Puigdemont en un mensaje de Twitter junto a una imagen del momento en el que depositaba su voto en Cornellà del Terri (Girona).

Ha votado en esta localidad gerundense en lugar del punto que tenía inicialmente asignado, en Sant Julià de Ramis (Girona), después de que la Guardia Civil haya entrado al pabellón del pueblo a las 09:20 horas.

Por su parte, el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, ha exigido este domingo la dimisión inmediata del delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, por ser «el responsable directo de una represión y violencia que solo recuerda la gente mayor de la época del franquismo».

«Ante la violencia de Estado, pedir su inmediata dimisión», ha afirmado en rueda de prensa, en alusión a las cargas policiales que se han hecho en varios colegios electorales de Cataluña contra la celebración del referéndum.

También ha pedido que la comunidad internacional mire con atención «la conculcación de derechos fundamentales» que se está viviendo este domingo en Cataluña y cuyo responsable es el Estado, según ha dicho.

Carles Puigdemont depositando el voto este domingo / @KRLS

El Gobierno sale en defensa de la actuación «profesional y templada» de la Policía y la Guardia Civil

El Gobierno de Mariano Rajoy ha defendido este domingo la actuación de la Policía y la Guardia Civil en Cataluña para impedir la celebración de un referéndum de independencia, que ha calificado de «profesional y templada». Fuentes del Ejecutivo han subrayado que el único objetivo es retirar material electoral.

Este apoyo se produce después de las críticas de dirigentes independentistas y de Podemos censurando las cargas policiales en los colegios electorales. Así, el el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha culpado al Gobierno del PP de esas cargas, con «porrazos, empujones, ancianas arrastradas», y ha dicho que le «repugna» lo que los ‘populares’ le están haciendo a la democracia. «Corruptos, hipócritas, inútiles», ha escrito en su cuenta de Twitter.

En parecidos términos se ha expresado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha asegurado que «un presidente de Gobierno cobarde ha inundado de policía» la ciudad. También la regidora de Girona, Marta Madrenas, ha criticado la actuación policial y que ha generado momentos de tensión en varias localidades: «Lo digo bien claro: ¡no lo perdonaré nunca!», ha exclamado.

Sin embargo, el Ejecutivo de Rajoy ha salido en defensa de esa actuación policial para impedir la celebración de un referéndum «ilegal». Según fuentes del Gobierno, las Fuerzas de Seguridad se están comportando de una manera «absolutamente profesional y templada», puesto que el único objetivo es retirar el material electoral.

Precisamente, el delegado del Gobierno, Enric Millo, ha justificado que la Policía Nacional y la Guardia Civil estén interviniendo en los colegios electorales por la falta de acción de los Mossos: «Nos vemos obligados a hacer lo que no queríamos hacer», ha dicho, tras lamentar que en la Policía autonómica se haya impuesto la «línea política».