Los restos de Primo de Rivera ya descansan en el cementerio de San Isidro tras la exhumación llevada a cabo por el Gobierno. A primera hora de la mañana comenzaban los trabajos de exhumación de José Antonio Primo de Rivera en la basílica de Cuelgamuros, y continuaron con el traslado del féretro al cementerio elegido por sus familiares, el de San Isidro. Dichos trabajos de extracción se realizaron a puerta cerrada.

El Gobierno había ofrecido a la familia del líder falangista que el cuerpo permaneciera en el mausoleo, pero siendo previamente trasladado a una de las criptas donde yacen otras víctimas de la Guerra Civil. Sin embargo, la familia prefirió trasladarlo al cementerio de San Isidro, donde fueron enterrados tanto su hermano y ministro franquista, Miguel, como su mujer, Pilar, fundadora de la sección femenina de la Falange.

Concentración de nostálgicos a la entrada del cementerio de San Isidro

Ya en el cementerio de San Isidro, estaba prevista la presencia de simpatizantes de Falange, situados por la Policía a unos 40 metros de la puerta principal. Aunque en un primer momento parecían pacíficos, posteriormente, a la llegada del féretro, unos doscientos nostálgicos intentaron entrar por la fuerza al cementerio de San Isidro, pero las fuerzas y cuerpos de seguridad han evitado que esto sucediese.  Los simpatizantes recibieron el cortejo fúnebre con el saludo fascista, con la mano y el brazo derecho extendidos, al grito de «Arriba España» o «José Antonio Primo de Rivera. ¡Presente!».

Yolanda Díaz: «Estamos cumpliendo con la legalidad y con una anomalía histórica»

La exhumación de Primo de Rivera se produce cuatro años después de la del dictador, Francisco Franco, quien descansaba en el mismo mausoleo. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, ha compartido sus declaraciones a través de sus redes sociales: «La exhumación de Primo de Rivera, el fundador de la Falange, es un paso más en el cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Democrática», ha dicho. La líder de Sumar ha aclarado que el ejecutivo sólo está «cumpliendo con la legalidad y con una anomalía histórica».