Plantilla en un partido de Champions / SA

El Sevilla FC recibe esta noche en la ida de los Cuartos de Final de la Champions League al Bayern de Munich a las 20:45 horas. Los hombres de Montella esperan salir vivos tras los primeros 90 minutos  de la eliminatoria.

Se acabó la espera. Después de ganarse el pasaporte por derecho propio para estar entre los ocho mejores de Europa, al Sevilla FC le toca esta noche disfrutar esas mieles en su casa. No por el hecho de estar acostumbrado a compartir el rojo y el blanco con el azul de la Champions League, deja de ser especial que el corazón de Nervión vista su traje continental para una cita como esta. Y es que como hiciera la selección en 2008 en Austria y Suiza, el equipo sevillista se ha quitado una losa, que más o menos pesada, venía apremiando para dar el gran paso hacia delante también en la Copa de Europa.

No faltará nadie, por mucho que la misión no sea precisamente sencilla. Y es que el sevillismo no poblará esta noche las gradas sólo para disfrutar de algo que la gran mayoría no ha podido vivir. Todo el mundo es consciente de que si hay un favorito ese es el todopoderoso Bayern de Múnich. También se sabía ante el Manchester United o en finales como las de la Supercopa de Europa ante el FC Barcelona o de la Europa League ante el Liverpool. Sin embargo, una cosa son las predicciones y otra muy distinta la capacidad de no sentirse nunca inferior a nadie. Una cosa son las matemáticas y otra el ADN de un club forjado a base de imposibles.

Un pentacampeón de Europa frente a otro, uno de Europa League y otro de Liga de Campeones, logradas entre los años setenta -tres de ellas- y el presente siglo, en el que ha conseguido alcanzar la final hasta en cuatro ocasiones. Y es que llega a Sevilla el gran dominador del fútbol alemán, no sólo en números europeos sino también locales, ya que el Bayern está apenas a una victoria de levantar su Bundesliga número 28. En resumidas cuentas, lo racional da pocas opciones, como tampoco las daba en la ronda anterior frente al club económicamente más poderoso del mundo.

Al fin y al cabo, nada que no pueda superarse con todo lo demás que tiene el fútbol, que casi siempre es lo más importante. Aunque no esté Banega, sancionado, el vestuario sabe que llega otro momento de esos en los que lo colectivo tiene que ser mucho más voluminoso que cualquier aspecto individual del juego. Tal y como ha afirmado Montella en la rueda de prensa previa, toca hacer eso que más pueda incomodar a un equipo que llega lanzado. Hay que procurar que el Bayern no esté cómodo, que no pueda manejar el balón a su antojo y que se sienta en peligro cuando eso esté ocurriendo. Algo parecido a lo que a punto estuvo de salir a la perfección este sábado ante Barcelona.

Por su lado el equipo de Jupp Heynckes, mucho más acostumbrado a este tipo de citas, intentará conseguir un resultado que le permita cerrar la eliminatoria dentro de ocho días en el imponente Allianz Arena, aunque para ello deberá romper una estadística que, esta vez sí, favorece a los blanquirrojos. Y es que ningún equipo alemán sabe lo que es ganar en partido oficial en Nervión, cuando son hasta once los precedentes hasta el día de hoy. Desde el 1-0 al Kaiserslauten en la 82/83, hasta la goleada al Monchengladbach en la 15/16 por 3-0. Además, se dieron las victorias ante el Alemannia Aachen por 2-0 en la 04/05, al Schalke 04 por 1-0 en la 05/06, al Stuttgart por 2-0 en la 08/09, al Freiburg por 2-0 en la 13/14 y al propio Monchengladbach en la 14/15 por 1-0. Este será el décimo equipo alemán en jugar oficialmente aquí, completando la lista el Mainz 05, el Borussia Dortmund y el Hannover 96, que lograron escapar con un empate.

Jupp Heynckes pasó por la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán antes del entrenamiento de su equipo y habló del Sevilla FC: «Lo respetamos porque es un equipo que juega bien y tiene un gran talento futbolístico. Dije tras el sorteo que será un cruce difícil. No es muy conocido, pero el Sevilla es un gran equipo». Además no quiso conformarse con un resultado concreto, pero insistiendo en el empate no le vale: «Quiero la victoria, no un resultado concreto. Mañana queremos ganar. Un 0-0 es un resultado peligroso para la vuelta. Ya lo vimos ante el Manchester United».

Todo en el aire a la espera de que Händel comience a sonar, precisamente un alemán cuyos sones no podrán acallar las 40.000 gargantas sevillistas en una noche mágica. Lo que a partir de ahí pase lo dictaminará el fútbol, con la certeza de que nada es descartable. Una circunstancia que, una vez más, favorece a este Sevilla ávido de seguir alimentando la magia de la Champions League.