Las bengalas y los botes de humo alumbraron una de las mejores noches de toda la historia del Sevilla

En pleno centro de Sevilla, la Puerta de Jerez se llenó de nuevo de color, pasión y euforia tras la victoria sevillista en una final de Europa League en la que se sufrió de principio a fin, sumando mérito a un éxito que alimenta la leyenda de un equipo que ha hecho suya esta competición europea saliendo campeón en siete ediciones distintas (2006, 2007, 2014, 2015, 2016, 2020 y 2023).

Después de más de dos horas de fútbol en estado puro, el triunfo rojiblanco se hizo oficial tras la diana de Montiel desde los once metros, penal que hubo que repetir a causa de la posición indebida de Rui Patrício, guardameta del conjunto romano.

Justo cuando el cuero se introdujo en la red, miles de sevillistas sincronizados tanto en Budapest como en la capital hispalense se dispusieron a inundar las calles con cánticos, bengalas, bufandas y, ante todo, ilusión.

Un océano de coches se dirigió a la ubicación que ya parece el segundo hogar sevillista, la Puerta de Jerez, anunciando su llegada con una orquesta de bocinazos que bien podrían haber parecido las trompetas del apocalipsis.

Cuando los de Nervión llegaron, uno de los puntos más insignes de toda la ciudad quedó eclipsado por la consecuencia directa del buen hacer de Mendilíbar, que ha dejado su impronta en la historia del club tras revertir la situación en una temporada que apuntaba incluso a un posible descenso.

El sevillismo se secó las lágrimas, se repuso y demostró de nuevo que no hay imposibles para una institución titánica. Las redes, por otra parte, han amanecido llenas de imágenes que hablan por sí solas: