derbi

El miedo a perder marcó el derbi en  Heliópolis, empate justo en un duelo que tuvo como protagonistas a Adán y Gameiro, el meta verdiblanco ganó el duelo al punta francés y desbarato las dos únicas ocasiones de gol del partido.

 Arrancó el derbi con un ambiente espectacular en las gradas del Villamarín que lució un gran mosaico de cartulinas verdiblancas y entonó el himno a capela creando una atmosfera increíble.

Pepe Mel sorprendió con una novedad táctica en el once colocando a Cejudo en la derecha para hacer las ayudas a Molinero sobre Konoplyanka y con Joaquín liberado en la izquierda. Emery también introdujo variantes de salida con el danés Krhon Dehli en el medio junto a Banega.

El partido comenzó con mucha intensidad por parte de ambos equipos con unos primeros minutos de ida y vuelta hasta que el Sevilla se hizo con el balón. En el minuto diez llegó la primera gran ocasión del Sevilla, un magistral pase de Benega sobre Gamerio dejó al francés mano a mano frente a Adán, pero el punta sevillista no supo resolver y estrello el balón en el portero.

Tras esta ocasión llegaron los mejores minutos de los visitantes liderados por Konoplyanka volcaron el juego a la izquierda provocando las amarillas primero de Molinero y después de Westermann dejando a la defensa local en alerta amarilla.

Poco a poco se fueron equilibrando las fuerzas, los de Mel adelantaron líneas en la presión y dificultaron la salida del balón del Sevilla que hasta el momento estaba siendo fácil. Pese a la mejora en el juego los verdiblancos seguían sin probar a Sergio Rico.

La primera polémica del derbi llego cuando se cumplía el minuto 35 con una acción entre Konoplyanka y  Ceballos, sobre excitado el canterano en la primera parte, en la que pese a no pasar absolutamente nada la tensión se trasladó a los banquillos propiciando que Roberto Ríos increpara a Unai Emery en su propia área técnica provocando la expulsión del verdiblanco.

Después de esta acción el partido se trabó y en los restantes diez minutos de juego apenas pasó nada destacable llegando al descanso con el empate en el marcador, justo resultado tras lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos.

La segunda parte comenzó igual que la primera, con gran intensidad en ambos y con la primera gran ocasión en botas de Gameiro al que se le volvió a hacer de noche frente a un acertadísimo Adán, que hacia méritos para ser el “MVP” del partido.

Minutos después era el Betis el que pisaba el área sevillista con una gran acción de Joaquín que conectó con Ceballos que se dejó caer en el área.

El Sevilla intentaba controlar el partido pero el Betis no se lo permitía continuando con una buena presión bajo la batuta de Joaquín que por fin aparecía en el derbi creando las mejores acciones cuando la pelota pasaba por sus pies.

Con más intensidad que fútbol los minutos iban pasando y el primero en intentar cambiar el marcador desde del banquillo fue Emery dando entrada a Iborra por Krhon Dehli, perdiendo toque a cambio de mayor presencia física en el medio.

Los minutos pasaban y daba la sensación de que pesaba más el miedo a perder que la ambición por ganar, la actitud de ambos equipos seguía siendo digna de un derbi, pero el juego empezaba a trabarse sin ocasiones claras para ninguno.

En busca de estas ocasiones Mel introducía un segundo punta, el holandés R.Van Wolfswinkel remplazaba a Joaquín en el minuto setenta de juego. Emery reaccionó de inmediato danto entrada a Reyes en lugar de Konoplyanca, el ucraniano apenas intervino en el segundo tiempo.

Con la entrada del Utrerano el Sevilla volvía a volcar su ataque por la izquierda buscando desequilibrar el duelo con las acciones del extremo. Precisamente Reyes propició una ocasión para el Betis con una falta innecesaria en la frontal sobre Ceballos que el Betis no supo aprovechar para generar peligro.

Mel miró de nuevo al banco y retiró a Ceballos por DIgard pasada la media hora del segundo tiempo. A falta de un cuarto de hora la tensión iba en aumento a la par que crecía en ambos el miedo a perder.

Buscando frescura para los últimos minutos ambos equipos agotaban cambios a falta de menos de diez para el final, por parte del Betis Molinero abandonaba el campo lesionado en lugar de Varela y Llorente remplazaba a Gamerio, el hombre que tuvo el partido en sus botas con las dos mejores ocasiones del partido.

Con los cambios el Sevilla fue el que mejor terminó del partido, los últimos minutos fueron de claro color rojiblanco que se volcó en busca de los tres puntos encerrando al Betis en su área aunque no puso en apuros a Adán, el jugador más decisivo del partido con sus dos paradas a Gamerio.

Finalmente el marcador no se movió y el derbi acabo con el empate a cero con el que comenzó, reparto justo de puntos que hace justicia a lo visto en el Villamarín, más emoción y tensión que juego en el primero de los tres derbis. El empate deja al Betis con 20 puntos y al Sevilla con 23 manteniendo las distancias entre los equipos sevillanos.