Tanto Emery como Calderón se juegan gran parte de su futuro en una eliminatoria que influirá decisivamente en el siguiente tramo de competición de sus respectivos equipos.
La eliminatoria europea supondrá un desagradable trance para ambos entrenadores. De lo que suceda en el Sánchez Pizjuán y en el Benito Villamarín dependerán sus opciones para la próxima temporada, pues aunque para el término de la temporada todavía resta un tramo importante de Liga, la trascendencia del doble derbi europeo actuará como plebiscito ante una afición que ve con diferentes ojos a sus técnicos.
Sin duda, quien más se juega en este partido es Unai Emery. Pese a que sus decisiones han tomado una forma más coherente durante los últimos partidos de Liga, su sentencia parece estar firmada entre los vaivenes, cambios de sistema y el poco crédito que tiene ante la afición. Las campanas de Caparrós suenan con más fuerza y sólo un sprint final espectacular podría asegurarle la renovación.
El derbi se presenta como una oportunidad de oro para Calderón |
El derbi se presenta como una auténtica trampa para el técnico vasco, pues una eliminación ante el eterno rival más debilitado de los últimos años podría condenarlo definitivamente al final de la temporada. Nadie cuenta con una destitución directa, ya que sería desproporcionada y contraproducente para la entidad.
En cambio, el enfrentamiento ante el Sevilla se presenta como una oportunidad de oro para Gaby Calderón. El preparador argentino ha revitalizado a su equipo en los últimos partidos y aunque la salvación, que aseguraría su permanencia en el cargo, continúa siendo un sueño débil, la afición comienza a pedir con fuerza su continuidad incluso en caso de descenso.
Apear al eterno rival de la Europa League supondría el aval definitivo para un entrenador que con grandes dosis de coherencia ha recuperado a sus jugadores, quienes han empezado a competir con dignidad ante todos los rivales de la Liga, lo cual hace unos meses parecía una utopía.
Pese a que el foco principal de ambos equipos se traslada a la Liga, la forma en que esta eliminatoria puede condicionar a sus entrenadores evidencia la magnitud de un partido único en el mundo, donde la pasión suele sobrevivir por encima de la cordura.