Marco Vargas & Chloé Brûlé estrenaron ‘Tripolar’ viernes y sábado en el Teatro Central, un espectáculo magnífico en el que flamenco y danza contemporánea se dan la mano de una forma dinámica, con trazos electrizantes, alternando palmas y guitarra con jazz y música electrónica.

Miguel Ybarra Otín. Comienza con un aire muy urbano, sin telón de fondo y mostrándonos la parte del teatro siempre oculta: puertas, ascensor, los focos almacenados, y cajas y cajas que Vargas y Brûlé trasladan, como operarios, para dejar caer en el suelo haciendo surgir la música desde los golpes.

Golpes, pasos, viene un taconeo, surge de ellos la música, llegan geniales juegos de palmas, Vargas y Brûlé se entrelazan en bailes de gran belleza, con ritmo y fuerza, siempre con base flamenca pero muy contemporáneo, lleno de frescura.

Juan José Amador, que está fenomenal al cante y a la guitarra, encarna al hombre del que nos habla una dramaturgia interpretada por la pareja Vargas & Brûlé: un viaje hacia el interior de la persona pasando por tres etapas: infancia, edad adulta y futuro.

Simpatiquísimo Amador en distintos pasajes, entre ellos ese en que con mantón y peineta adopta pose de mujer, canta y mueve las caderas. Acompañan ritmos y letras a ese tinte festero de algunas partes del espectáculo, que es en otras más serio; siempre atrevido y elegante.

Es una apuesta diferente la de esta compañía joven, nacida en 2005 y que ya ha mostrado su estilo en títulos anteriores como ‘Time-table o el tiempo inevitable’. Bailan magníficamente y abren un nuevo camino. Se entregaron en la presentación de este último ‘Tripolar’ y recibieron una grandísima ovación del público puesto en pié.

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