Representación de 'Futuros Difuntos'/lazaranda.net

La compañía andaluza recibe el premio tras 33 años de dedicación a las tablas y haber recorrido medio mundo presentando más de 10 obras con su inigualable punto de vista.

 

César Caso. ‘Teatro Inestable de Andalucía la Baja’, como a ellos les gusta autodenominarse, es una veterana compañía andaluza de teatro procedente de Jerez de la Frontera que cuenta ya con más de 30 años de batalla a sus espaldas y que fue galardonada este jueves con el Premio Nacional de Teatro 2010, concedido por el Ministerio de Cultura y que está dotado con 30.000 euros. El jurado estuvo presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, Félix Palomero, con la vicepresidencia de la subdirectora general de Teatro, Cristina Santolaria.

Hablamos ni más ni menos de la compañía teatral ‘La Zaranda’, considerada de culto, reconocida en medio mundo por fieles y acérrimos seguidores y que apenas podemos disfrutar de ella dentro de nuestras fronteras, salvo en algún que otro ‘bolo’ ocasional o en escasos festivales, como el de Otoño de Madrid o el FIT de Cádiz. ¿Las razones de su tímida difusión por las tablas nacionales? Pueden deberse, en gran parte, a su política escénica, que no cede ante nada, ni nadie, ni modas, ni gustos… lo cual no les ha hecho gozar de mucha popularidad. También por no seguir la senda de lo comercial, pues no buscan el éxito rápido a través de un texto fácil, sino por el contrario, hurgar en las profundidades de los sentimientos de la condición humana.

‘La Zaranda’ remonta su origen a los años de transición, donde tras un cúmulo de experiencias individuales, deciden en 1978 Gaspar Campuzano, Enrique Bustos, Eusebio Calonge y el director del grupo Francisco Sánchez, conocido por todos como ‘Paco de la Zaranda’, aunar todas sus experiencias en una misma fase de trabajo con el propósito de preservar “lo esencial y desechar lo inservible, desarrollar una poética teatral que lejos de fórmulas estereotipadas y efímeras, se ha consolidado en un lenguaje propio, que siempre intenta evocar a la memoria e invitar a la reflexión”, tal y como ellos mismos señalan.

Las propuestas teatrales ‘zarandianas’ son muy diferentes de las que el espectador está acostumbrado a contemplar en los escenarios; buscan conducir cada obra hasta su punto máximo de tensión, no fabricar textos apáticos tirando de la despensa de las formas adquiridas, sino estar en continua evolución estilística, jugándosela en cada situación escénica. En casi todos sus montajes juegan con el idioma, con una poética minimalista y personal y un cerrado acento andaluz. Además, con sus propias palabras, añaden que «su trayectoria tiene como constantes teatrales: los objetos, el expresionismo visual, la depuración de textos y la creación de personajes límites; y como método de trabajo, un riguroso proceso de creación en comunidad».

Tras 33 años de creación y trabajo dedicados al teatro, ‘La Zaranda’ cuenta con una lista de títulos que han cosechado varios premios y han sido presentados por más de 20 países en todo el mundo, entre los que destacamos ‘Mariameneo, Mariameneo’ (1985), ‘Perdonen la tristeza’ (1992), ‘Obra Póstuma’ (1995) y su última obra, ‘Futuros difuntos’ (2008).

Muchas cosas se han dicho de esta compañía que, al fin, ha recibido el merecidísimo galardón. Hay quien ha apuntado que ésta es “una pura delicia visual. Desprovista de fanfarronada alguna, bruta y sutil…»; también los han definido como “deslumbrantes, de una poesía y una humanidad conmovedoras». Sentencias que describen más de tres décadas dedicadas en cuerpo y alma al escenario.

Sin embargo, ellos son claros y directos en cuanto a detallar su futuro y el tipo de camino que seguirán: seguir trabajando “con estas premisas y las ilusiones intactas” y “no cesar en la búsqueda, renunciando los logros que puedan establecer lo rutinario”.

www.SevillaActualidad.com