Una obra maestra es la realizada por Aleksander Sokurov en ‘El arca rusa’, película de una toma única, de 90 minutos con más de 2.000 actores y figurantes en el museo Hermitage de San Petersburgo y en lo que supone un repaso a los últimos 300 años de historia rusa.

 
Miguel Ybarra Otín. Cine experimental, nada convencional, está protagonizado por Custine -irónico marqués francés del siglo XVIII-, el propio museo por el que éste pasea, y la voz en off del cineasta, que dialoga con el primero -una suerte de fantasma, a veces visto por los otros personajes y a veces no- en su recorrido por pasillos y salones de este museo insignia de las culturas rusa, europea y mundial.

Es uno de los temas de este título  la atracción que Rusia ha sentido siempre por Europa y la cierta frialdad con la que el viejo continente le ha respondido: Europa siempre ha tratado a Rusia con “indiferencia y arrogancia”, expresa Aleksander Sokurov (no se pierdan el dvd que acompaña al de la película). El director intercambia pareceres en el film con la mirada europea de Custine, que contempla pinturas de Rafael en un pasillo y expresa: “Sus autoridades no confían en sus propios artistas. Los rusos, tan talentosos copiando, ¿por qué? Porque no tienen ideas propias. Sus autoridades no quieren que las tengan”. A lo que replica Sokurov: “Los zares eran principalmente rusófilos, pero soñaban con Italia. El Hermitage fue creado para satisfacer esos sueños, ¿no?”.

Fundado en 1764 por Catalina II la Grande, la propia zarina aparece en él dirigiendo una obra de teatro, arte al que era aficionada. Son varios los monarcas que aparecen durante el paseo: el primero es Pedro I el Grande, fundador de San Petersburgo (1703), violento, y uno de cuyos ataques de cólera apreciamos en el film. Aparece después Catalina II la Grande. Aparece Pushkin. Se recuerda la guerra contra Alemania (más de un millón de personas murieron en la cercada San Petersburgo durante la II Guerra Mundial). De nuevo Catalina (no sigue la obra un orden cronológico), que pasea por la nieve (única salida al exterior durante la sola toma que es el film: al volver a entrar la lente no se empañó; eso habría dado todo al traste). Aparece más tarde Nicolás I y Rusia es presentada como potencia imperial en una solemne ceremonia: el zar recibe las disculpas de los enviados persas por el asesinato de un diplomático ruso. Aparece Nicolás II cenando: la familia Romanov al completo antes de siquiera imaginar su trágico destino. Y finaliza el film con el elegantísimo último baile (y orquesta dirigida por Valery Gergiev), magnífico, esplendoroso.

Increíble el trabajo del cámara (steadicam), Tilmar Büttner. Magnífico Sergei Dreiden (actor ruso de teatro que aquí da vida a Custine). Maravillosa la puesta en escena, la compenetración en tan ingente obra. Admirables el vestuario, la atmósfera: lujo y pompa, se volvió incluso a desempolvar la vajilla de Catalina.

Terminado el baile, la gran multitud de invitados desciende la gran escalera del palacio hacia la calle. Era un 23 de diciembre el día del rodaje. La cámara sale hasta la puerta y sobre el río Neva hay niebla y ventisca: el museo es una isla de cultura. El arca es esa misma cultura, el Hermitage.

Ese 23 de diciembre, a las 14.00, comenzó el rodaje por cuarto intento (el margen para volver a empezar el film si había un fallo era de 20 minutos). Pronto ya no habría luz en la ciudad. Si se apagaba un foco, si un actor olvidaba el texto: todo habría quedado en un intento. El museo, al día siguiente, abría al público.

Por suerte, y por talento de sus firmantes, hoy podemos disfrutar de una obra única.

Ficha de El arca rusa

Dirigida por Aleksander Sokurov.
Guión de Aleksander Sokurov, Anatoli Nikiforov.
Elenco principal: Sergei Dreiden (Custine), Maxim Serheyev (Pedro I el Grande), María Kuznetsova (Catalina II la Grande), Leonid Mozgovoy (Espía), Yuliy Zhurin (Nicolás I), Vladimir Baranov (Nicolás II).
Fotografía de Tilmar Büttner.
Música de Sergei Yevtuschenko.
Año 2002.
Producción Rusia – Alemania.
Duración: 90′.

Nota: ‘El arca rusa’ se encuentra disponible en la videoteca de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sevilla.

Próxima crítica: ‘El tercer hombre’ (1949), de Carol Reed. Con Joseph Cotten, Alida Valli y Orson Welles.

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