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Roberto Álvarez acaba de llegar a Sevilla para interpretar desde este jueves y hasta el domingo la obra ‘El Discurso del Rey’, cuyas representaciones se llevarán cabo en el Teatro Lope de Vega.

El acto recibe a Sevilla Actualidad para reflexionar sobre la cultura y para hablarnos sobre esta obra de teatro.

¿Qué espera del público sevillano estos días?

Espero lo de siempre que para mí es el trato más bonito que puede existir. Vengo a Sevilla con la alegría de estar en esta ciudad porque es una maravilla por su gente, su estilo de vida, por su temperatura… Para nosotros es una fiesta venir a Sevilla. Además actuamos en el Teatro Lope de Vega que para mí es de los más bonitos de España. Es poco habitual que estemos cuatro días en una misma ciudad con la obra por lo que le da más importancia aún. Espero que el público sevillano disfrute con esta obra y que les guste.

¿Qué es lo que más le gusta de Sevilla?

Me encanta pasear. La conozco muy bien de todas las veces que he venido y me encanta pasar por sus calles. Es un lugar para disfrutar de un agradable rato paseando.

La semana pasada se llevó a cabo en Sevilla ‘La noche en Blanco’. ¿Qué le parecen este tipo de iniciativas culturales impulsadas por los ciudadanos?

Fantástico. El IVA cultural en nuestro país está en el 21% y este es el legado de los actuales dirigentes de nuestro país… Cualquier iniciativa ciudadana alrededor de la cultura es el alimento que nos queda. Hablando en nombre de la profesión, hemos de reconocer que el teatro vive ahora una etapa muy precaria por lo que ver que el público tiene ese tipo de iniciativas como ‘La Noche en Blanco’ nos alimenta y nos hace seguir soñando con que algún día los turistas en España no digan «paella» y «100 mandaditos», tal y como refleja un estudio existentes y sí mencionen otros conceptos culturales y digan «Sevilla», «Giralda», entre otras palabras.

¿Ha sido difícil meterse en el papel de Lionel Logue? ¿Ha sido necesario trabajar con logopedas profesionales?

En este caso no porque existe el referente de la película y el discurso real que dió el Rey… Aquí el reto es que la obra está tan bien construida y es tan entretenida e interesante que la dificultad es hacer algo que esté a la altura del texto. Aquí me ha ayudado mucho Magüi Mira que ha sido actriz y ha sabido entenderme. El personaje al que represento no es tan inglés como en la película, es una persona más extrovertida pero sin dejar de tener esa faceta de hombre inteligente, con sentido del humor y tener esa gran capacidad de curación.

En esta obra se trata mucho el concepto de ‘Comunicar’, algo esencial no sólo en altos mandatarios como los Reyes en este caso sino también en vuestra profesión, entre los actores.

Exacto. En aquella época y en ese ambiente que una persona no tuviera todos los instrumentos afinados para poder comunicar era un serio problema y una gran frustración para él. De eso trata la obra, de cómo una persona es capaz de superarse para cumplir su rol de representante del pueblo con toda la dignidad, honestidad y claridad. Se da el caso de que está unido también al anuncio del inicio de la Segunda Guerrra Mundial así que hay que imaginarse lo que tiene que ser tener que comunicar que su país va a entrar en guerra y tiene que convencer a la gente para que lo siga.

En el último discurso real de Jorge VI, se ve cómo convierte las interrupciones en pausa que dan solemnidad y cómo utiliza las estratagemas que le enseña Lionel Logue, que es el personaje que yo interpreto.