El Teatro Lope de Vega ha presentado el estreno absoluto de su próximo montaje teatral, Un hombre de paso, una crítica y personal reflexión contemporánea sobre la memoria y el Holocausto que supone la vuelta a los escenarios del actor malagueño Antonio de la Torre tras una década sin hacer teatro y que podrá disfrutarse por primera vez en Sevilla del 27 al 30 de enero en un total de cinco funciones.

Además del intérprete, el acto ha contado con la presencia del alcalde, Antonio Muñoz; el director del Lope de Vega, Carlos Forteza; el director de la obra, Manuel Martín Cuenca; y los intérpretes María Morales y Juan Carlos Villanueva, que completan el reparto.

Durante su intervención, Muñoz ha puesto en valor este montaje, que cuenta con la colaboración del Lope de Vega, al que ha señalado como reflejo de “la nueva filosofía del que es el gran teatro de Sevilla y referente en todo el país”. Asimismo, ha manifestado su satisfacción por el hecho de que “el público sevillano y quienes nos visiten tendrán la oportunidad de ver por primera vez sobre las tablas esta magnífica propuesta que es estreno absoluto en la ciudad y que seguirá a partir de aquí una importante gira nacional”.

Dirigida por el reconocido cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca (con quien De la Torre ha trabajado en la gran pantalla en títulos tan exitosos como El autor, Caníbal o La mitad de Óscar) y escrita por el director de cine, realizador y guionista, Felipe Vega, que debuta aquí como autor teatral, la obra cuenta también en el reparto con los actores andaluces María Morales (nominada a los Goya en 2014 por Todas las mujeres) y Juan Carlos Villanueva (El autor, La Isla Mínima, El Niño…).

En concreto, De la Torre (el actor español con más nominaciones a los Goya) se pone en la piel de Maurice Rossel, un personaje enigmático y poliédrico hecho a la medida del malagueño, en el que interpreta a un antiguo colaborador de Cruz Roja Internacional durante la Segunda Guerra Mundial que, por azar, logra “colarse” en Auschwitz y hablar con el comandante del campo. Sobre su controvertida versión de lo que allí vio es entrevistado por una incisiva periodista –encarnada por Morales–, que le empuja a decir la verdad y a asumir las consecuencias de su contradictorio e inconsistente testimonio.

Primo Levi, escritor, químico de profesión y superviviente del campo de exterminio, al que interpreta el también cordobés Juan Carlos Villanueva, completa este triángulo como testigo privilegiado cuya lucidez sirve de contrapeso para proclamar el horror del que, en su caso, no quiso ni pudo escapar.

Así, Un hombre de paso confronta dos experiencias radicales y opuestas que obligan a cuestionarnos el papel de la memoria: ¿qué podemos recordar y por qué lo hacemos? ¿Qué somos capaces de negar e imaginar? o ¿qué queremos recordar y para qué? y sobre cómo afrontamos las experiencias.

Para Martín Cuenca, el personaje de Rossel abre “un sinfín de preguntas al espectador porque, a pesar de que él dice no haber visto nada, no podemos saber si es que realmente no vio, no quiso ver o, quizás, se limitó a no ver”. De este modo, añade, Vega ha logrado acercarnos al terror del Holocausto desde una óptica “tremendamente contemporánea” en una atmósfera desnuda, tensa y sofocante, con decorado casi inexistente donde sólo interviene la luz.

Tras su estreno en el Lope de Vega, la obra emprenderá su gira nacional con una primera parada en Madrid, donde podrá verse en las Naves del Teatro Español en Matadero entre los días 3 y 20 de febrero.