La obra infantil de Antonio Rodríguez Almodóvar y su hija Sara cierran la programación del FeSt. El autor rescata historias de la tradición oral en su espectáculo.
El niño le pide a su madre el dinero para pagar él. Hoy va al teatro. Al otro lado del mostrador, una improvisada taquillera de apenas cinco años le da la entrada. «Estoy ayudando a mi papi». La inocencia y la fantasía del mundo infantil relucen ya en los prolegómenos de ‘Cuentos para casi todos (niños y mayores inteligentes)’, que Antonio Rodríguez Almodóvar y su hija Sara han presentado en La Fundición dentro de la programación del FeSt.
Una vez en la sala, los chiquillos esperan impacientes el inicio de la obra. Antonio y Sara saben que el tiempo de atención de su público es limitado, por lo que saltan directos a la acción. El cuento del gallo Kirico, y luego el de la niña del zurrón, y varios más de ‘Cuentos de la Media Lunita’, la recopilación de cuentos populares y de la tradición oral que Antonio hizo en 1985. Palabras y más palabras. No da tiempo a más. El atrezzo; un búcaro, un mantoncillo, y ya está.
Gestos exagerados para evocar imágenes mentales en los más pequeños (y en los mayores), gestos cómplices, gestos divertidos. Antonio y Sara miman las palabras, pero también las historias. Cuentos muy distintos a los que los jóvenes ven en el cine o la televisión. Argumentos de animales casi siempre, algo que sin embargo acaba cansando al pequeño espectador.
El intermitente hilo musical lo marcan los sones del vinilo que acompaña al citado libro de cuentos del autor, quien en el año 2005 recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Sara y Antonio piden la colaboración del público, que tarda muy poco en llegar y los cuentos se suceden hasta que la paciencia aguante. Cuando comienza el alboroto en el graderío y las madres empiezan a abandonar la sala con sus hijos de la mano, es hora de poner fin a los cuentos y su magia.
El cuentacuentos de Almodóvar y Fundición Producciones nos trae las historias de siempre, la de nuestros abuelos, con una teatralidad básica, tradicional. Sin embargo, en estos tiempos se convierte en un teatro alternativo y único. Un teatro en el que la única protagonista es la palabra.