Elena_Poniatowska

La periodista, activista política y escritora mexicana Elena Poniatowska se ha sentado este viernes para hablarnos sobre su último libro ‘Leonora’, ganador del Premio Biblioteca Breve 2011.

Elena Poniatowska nos cuenta en su novela, la historia de Leonora Carrington, una pintora surrealista que luchó y se rebeló contra lo establecido y cuya vida, merece ser contada. Asimismo lanzó un mensaje de apoyo para todas aquellas mujeres que creyesen en algo propio. «Leonora es un ejemplo para otras mujeres de que si sienten que tienen algo que dar desde dentro y que es tan especial, tienen que luchar por ello y no dejarse vencer por las circunstancias».

La ganadora reconoce que también se ha sentido víctima del machismo como «escritora y periodista», sobre todo en su país. «Cuando entras a una redacción de un periódico lo haces como ‘MMC’ (mientras me caso), y el día que te cases ya no vas a servir», confiesa Poniatowska, quien por otro lado manifiesta que «ahora hay muchas reporteras que son más honradas que los periodistas hombres, e incluso hay directoras de periódicos como Carmen Lira, que dirige ‘La Jornada'».

Aunque en su caso particular, «la edad me lo ha permitido» ironiza ella, y pone por ejemplo «el caso de Laura Esquivel que escribió la novela ‘Como agua para chocolate’ y recuerdo que estaban furiosos los escritores, la odiaban con toda su alma e incluso hicieron mesa redonda en contra de ella». Pero a pesar de ese dominio masculino en la literatura, Elena alude a Sor Juana Inés de la Cruz, como primera poeta de América Latina en el siglo XVI.

No obstante menciona la situación de las mujeres en Ciudad Juárez, «es increíble lo que sucede en la frontera con Estados Unidos, donde matan y tiran al desierto los cuerpos de las mujeres muy pobres que tratan de atravesar al país americano buscando un mejor salario», al tiempo que precisa que «algunas son madres solteras y trabajan en las maquiladoras –fábricas que de repente desaparecen– y no hay ninguna seguridad».

Nos habla de la terrible situación de abandono que sufre el sexo opuesto y la falta de respeto hacia la mujer en México, «la mujer más pobre cría a sus hijos, quiere una mejor situación para ellos, que vayan a la escuela y consigan todo lo que ellas no lograron». Elena propone «una unión de mujeres, de lucha».

Al hilo de ello, mencionó el nombre de Carmen Arístegui, una «notable y valiente» periodista mexicana que ha sido cesada en múltiples ocasiones, «por contar lo que otros callan». A su vez, destacó el periodismo literario y de ensayo con nombres de «gran altura» tales como Carlos Monsivais, José Joaquín Blanco o Jaime Avilés.

En lo que respecta al periodismo español, confiesa su simpatía con respecto al trato obtenido y lo califica de profesional, aunque reconoce «hablar desde los elogios». En relación a la literatura española, lee a Rosa Montero, Almudena Grandes o Elvira lindo, pero, explica, «me ha marcado para siempre Mercé Rodoreda con ‘La plaza del Diamante’, un libro del que hablo con mucha admiración porque me conmovió».

Su relación con Leonora

En cuanto a la relación que mantiene con la protagonista de su novela, reconoce sentir una fuerte admiración y un «gran amor» hacia su persona. Asegura temer el momento de su desaparición, «sería una perdida terrible y un hoyo gigantesco que nadie podría llenar».

En las conversaciones con Leonora, siempre buscó su amistad aunque le apasionaba escuchar anécdotas de su vida, sobre las que ha conseguido basar su novela. Aunque no considera que con ella, haya quedado «inmortalizada» y anima a «hacer biografías», puesto que la novela es «sólo es el principio de lo que puede suceder a un enorme personaje como Leonora Carrington».

La vida de Leonora Carrington está llena de pasión, lucha, sentimientos y rebeldía. El texto premiado cuenta la turbulenta historia de la pintora y su aventura vital con Max Ernst, su huida de Francia tras la invasión nazi, el internamiento en el manicomio de Santander, su posterior matrimonio con Renato Leduc, hasta su paso por Nueva York y México, donde vive actualmente.

Asimismo, Leonora es reconocida en México y ganadora de miles de premios y homenajes, aunque como nos aclara Poniatowska, «para ella son una tortura, porque fuma un cigarro tras otro, y estar en una tarima, no poder fumar y hablarle de Ernst, que no fue el único hombre en su vida, a ella le parece un lata espantosa».

Desvelando su lado más sentimental, la autora nos acerca a la muerte y las conversaciones que a veces mantiene con Leonora sobre ello. «Pensamos en la muerte cuando nos acercamos a los 80». «Leonora dice que quisiera morir por evaporización en el aire, y yo prefiero morir en avión, pero mi hijo me dijo que entonces morirían todos conmigo, así que ahora prefiero morir en una bicicleta que en México es señal segura de muerte por el trafico que hay», dice Elena.

Sobre Leonora, nos confiesa que «le pesa la soledad». El próximo 6 de Abril cumple 94 años y su larga vida se ve ahora limitada y con ello, las visitas. «Siempre que se le ofrece hacer algo que no sea su rutina, ella siempre dice: paso». Sin embargo, Elena puntualiza una frase que dijo el hijo de la protagonista: «Leonora no sería Leonora sin México»

Carrington aun no ha leído la novela, está a expensas de que la escritora se la entregue en su regreso a México «para ver qué me dice, pero no creo que le interese, porque al final sólo le interesa qué sucede después de la muerte».

Proyectos Poniatowska

Nos habla de sus futuros proyectos sobre la familia Poniatoska, ya que la escritora es descendiente directa de Estanislao II Augusto Poniatowska, último rey de Polonia como nación independiente (1764-1795), amante de la emperatriz rusa Catalina la Grande.

Nos cuenta que siempre se ha preocupado por lo que ocurría en su país, por las masacres, vinculada a un fuerte sentimiento mexicano, también nos confiesa el afecto y la necesidad hacia su madre. «Mi madre murió en 2001 y a medida que pasa el tiempo suena ridículo que una vieja de pelo blanco esté diciendo que todos los días le hace falta su madre. Yo era una periodista audaz que siempre estaba ocupada y ahora me pregunto por qué no estuve más tiempo con ella»

Ahora, Elena Paniatowska tiene otros planes ligado más al ámbito personal y sus propias raíces.»Dicen que la vida es un círculo en el que regresas al mismo punto de partida, ahora he pensado que voy a intentar saber algo de los Poniatowski», manifiesta la ganadora del Premio Biblioteca Breve 2011, quien ve «una limitación horrible ponerse o buscar un título, tú eres lo que tú haces».

 

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