La «petalada» es una tradición que consiste en tirar pétalos desde el balcón de una casa justo en el momento en el que pasa la Virgen. Algunas hermandades, sabedoras de esta costumbre, detienen el paso en ese punto del trayecto para que las flores caigan en el techo, portando durante todo el camino un manto de colores que adorna la imagen. El momento en el que las flores caen del cielo es un espectáculo visual.

Desde 1988, la familia López Chozas recibe a la Virgen de la Hermandad del Dulce Nombre a la altura de su casa, frente a la plaza de San Lorenzo con pétalos de claveles. Esta tradición se inició para recordar a un familiar fallecido el año pasado. Desde entonces, cada Martes Santo, primos, tíos e hijos se reúnen por la mañana en esta casa para hacer los preparativos y por la tarde, seguir cumpliendo la promesa al paso de la Virgen.

La Hermandad del Dulce Nombre, con la que mantienen una buena relación, detiene el paso unos pocos metros antes del portal de la casa. La belleza de este ritual se disfruta cuando la virgen está en movimiento y las flores caen a su paso. Entonces, el silencio reina en la calle y la belleza de los colores es un espectáculo que atrapa a quienes lo contemplan.

Tengo más de 20 años de experiencia en medios de comunicación y 16 de ellos los he vivido en Madrid donde, además de comer bocadillos de calamares, he formado parte de las principales redacciones de...