Sevilla se reencontró con uno de los eventos que sirven de preludio para una Semana Santa muy ansiada, con el pregón de Julio Cuesta Domínguez. Un pregón que pudo por fin pronunciar tras pasar cerca de mil días desde su elección por parte del Consejo General de Hermandades y Cofradías.
Corpus Christi fue la marcha elegida por el pregonero para dar comienzo a un acto que dio inicio poco después de las 12:00 horas del medio día en un Teatro de la Maestranza que congregó a la sociedad cofrade de Sevilla.
Juan Carlos Cabrera, delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, presentó al pregonero y daba la bienvenida al acto a los presentes. Comenzó recordando esos amargos momentos en marzo de 2020, cuando las Fiestas de Primavera comenzaban a desmoronarse como un castillo de naipes que se levantará dos años después. «Sevilla ya está aquí», señalaba Cabrera, que tuvo palabras de recuerdo al arzobispo emérito, Juan José Asenjo, que recibió una gran ovación por parte del público.
También dio la bienvenida al nuevo arzobispo, José Ángel Saiz Meneses, y al también nuevo alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz. Pascual González también estuvo presente en esta presentación en la que el delegado tuvo también palabras para el gremio del arte sacro, los músicos cofrades y los conventos de clausura de Sevilla.
Tras la interpretación de la marcha Amarguras por parte de la Banda Sinfónica de Sevilla, Julio Cuesta tomó la palabra. Con gran emoción, se sirvió de la introducción de su pregón para tener un recuerdo a las víctimas de la pandemia y la guerra. Con un minuto de silencio y el rezo de un Padre Nuestro, realizó un histórico homenaje a tantas personas que han perdido la vida en estos dos años sin Semana Santa en Sevilla.
«Vengo tan nervioso, que hasta vengo emocionado», manifestó Julio Cuesta en los primeros compases de un pregón que no se parece en nada al que escribió en 2020. «Tuve que romper mi pregón. ¿Qué iba yo a pregonar, si estaba una voz en grito sonando más fuerte que nunca por los silencios de las calles y de los corazones, en el dolor y en el traspaso?». La pandemia, conforme se pasaban las páginas de este pregón de reencuentro, dejaba paso a las vivencias cofrades del pregonero.
Un pregón catequético y muy personal, que acercó a Sevilla a lo que ocurrirá dentro de siete días, cuando las puertas de la parroquia del Porvenir se abran para que la capital hispalense vuelta a estallar de júbilo con la vuelta de la Semana Santa.