Imagen: Real Betis Balompié

Los verdiblancos amarran el ascenso en Primera a falta de cuatro jornadas para que termine la Liga.

El Real Betis, con su victoria por 3-1, ha puesto casi los dos pies en Primera a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la Liga, todo lo contrario que el Tenerife, al que sólo un milagro en forma de resultados muy favorables le impedirían descender a Segunda B.

Se encontraron dos equipos con intereses contrapuestos, pues el local buscaba certificar que la próxima campaña estará entre los grandes del fútbol español y el visitante necesitaba ganar para mantener viva sus escasas opciones de no bajar.

No dio tiempo a verse con qué intención se iba a plantar el equipo insular ante un adversario motivado por su afición, ya que a los tres minutos el árbitro consideró penalti de Pablo Sicilia sobre Rubén Castro en una jugada en la que el delantero bético luchó en la línea de fondo y el defensor tinerfeño se confió en demasía para que la pelota se fuera a saque de puerta.

El propio Rubén Castro transformó el penalti y, a los cuatro minutos, el Betis ya se puso con el marcador a favor ante un adversario que tardó en reaccionar al mazazo. Los del técnico Pepe Mel dominaron con claridad y mantuvieron su intensidad ante una inocente defensa, por lo que una rápida y buena jugada de triangulación la culminó Salva Sevilla con el 2-0.

Quiso el Tenerife, con todo ya perdido, mostrar algo de lo que tenía preparado y adelantó las líneas, hasta el punto de que el meta Casto sacó una mano para evitar que Mikel Alonso pusiera el 2-1. La formación que dirige David Amaral tocó mejor en el centro del campo y el partido se equilibró y, con la aportación de Germán, quien finalmente salió de titular al lesionarse en el calentamiento Antonio Hidalgo, y así, a los 37 minutos, Julio Álvarez logró el 2-1 y minutos después Iriome estuvo cerca del empate, pero Casto volvió a intervenir con acierto.

Todo lo bueno que se hizo en la faceta de creación el Tenerife se desperdició en la defensa, que volvió a estar inocente para que el lateral derecho local Isidoro pusiera el 3-1 al borde del descanso.

En la segunda parte, el Betis bajó su intensidad y el Tenerife tuvo mucho más tiempo el balón, pero con escasa mordiente para acortar las distancias en el marcador. Las fuerzas se le fueron a los tinerfeños en el tramo final del choque y eso hizo que el Betis diera el partido por ganado sin ningún sobresalto mientras que la grada festejaba el virtual ascenso.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...