Un grupo de investigadores andaluces buscan analizar el rendimiento académico de los estudiantes/SA

Investigadores de la UAL y la UGR pretenden demostrar que el éxito del aprendizaje depende de la interacción entre estudiantes y profesores.

SA. El proyecto de I+D estudia cómo el sistema universitario responde ante dos tipologías diferentes de alumnado y profesorado. Estudios previos abordan el asunto desde una de las orillas, la del profesor o la del alumno pero no teniendo en cuenta las dos caras. Pero «ni todo depende del estudiante ni todo del profesor», afirma Jesús de la Fuente, investigador de la Universidad de Almería.

Han diseñado un software propio, ya registrado y a punto de ser patentado, para recoger información on line sobre el nivel de autorregulación del alumno, es decir, la combinación de dos variables, la habilidad de planificación personal, y la habilidad de control y de autoevaluación durante la ejecución. Para ello recogieron datos de casi 800 alumnos de las dos universidades, de entre 21 y 22 años.

Después han evaluado el proceso de enseñanza, el profesor. Todo a través de cuestionarios on line, «clasificamos procesos de enseñanza en más o menos reguladores, aquellos que te dicen exactamente cómo aprender, que están muy dirigidos y que marcan pautas de aprendizaje», desde el punto de vista del alumnado.

«La combinación que mejor aprendizaje, rendimiento y autoconfianza genera es la de los alumnos con mucha autorregulación personal y una enseñanza reguladora», asegura De la Fuente. «Puede parecer una obviedad pero, a veces, hay que demostrar lo obvio para defenderlo», explica. Sin embargo, para él «lo más importante son los siguientes niveles. Un alumno con alta autorregulación personal con un profesorado que no enseña a aprender obtiene un aprendizaje menos eficiente, un rendimiento y una autoconfianza académica casi equiparable al del estudiante que, con poca autorregulación se encuentra con un profesor regulador». Avala la tesis de que «no hay que dar a ningún alumno por perdido».

El siguiente paso de la investigación será analizar qué aspectos de la enseñanza se pueden variar para mejorar el aprendizaje, el rendimiento y alcanzar el grado más óptimo. «Creemos que, a partir de este estudio, se deducen aspectos que se podrían cambiar: las Guías Docentes, las metodologías de enseñanza, los sistemas de evaluación… Se podría hacer una propuesta de mejora, pero necesitamos un mayor análisis de cada caso», concluye el profesor de la UAL.

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