El tendido de una línea eléctrica en Jerez de la Frontera ha dado lugar al descubrimiento casual de un tramo del acueducto romano Tempul-Gades. La noticia de este hallazgo fue compartida a través de las redes sociales por Ades Arqueología y Patrimonio Cultural, una empresa con sede en Burgos que ha estado a cargo, junto con la empresa Atrium Estudio de Arqueología, de la identificación, documentación, ocultamiento del hallazgo y la reubicación del tendido eléctrico para evitar daños a posibles futuros descubrimientos de esta impresionante estructura. También participó en estos trabajos la conservadora Macarena Aguilar.

El acueducto romano de Cádiz, con una longitud que oscila entre 75 y 80 kilómetros, destaca no solo por ser el más largo que se construyó en Hispania, sino también por ser uno de los sistemas hidráulicos más completos y complejos del Imperio Romano en su conjunto, un logro que ahora se esfuerza por salir del olvido. Aunque hay vestigios de esta joya arqueológica en la plaza Asdrúbal y en la playa de Cortadura de Cádiz, lo destacado de este descubrimiento es que el tramo hallado se encuentra en su emplazamiento original y está excepcionalmente bien conservado, a diferencia de los otros restos mencionados.

Para protegerlo, se ha optado por ocultarlo, ya que, en última instancia, se trata de una tubería, y esta acción se realizó en el valle de Los Arquillos.

Este acueducto se considera una de las infraestructuras hidráulicas más destacadas de la Hispania romana, ya que atravesaba la provincia de Cádiz desde la Sierra de las Cabras hasta la ciudad de Cádiz. Comenzando en el manantial de Tempul, a una altitud de más de 400 metros, y pasando por localidades como Jerez, Puerto Real, Chiclana, San Fernando, entre otras, se construyó de manera sinuosa para superar las dificultades del terreno y proporcionar agua a Cádiz.