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El presupuesto alcanza los 8.807 millones de euros, lo que supone un 4,8% más respecto al ejercicio anterior. El CES confirma que tanto en 2015 como en 2016 el crecimiento del presupuesto por habitante en Andalucía es superior a la media española. 

La Consejería de Salud ha lanzado un comunicado este miércoles en el que afirma que en el año en curso cuenta con un presupuesto de 8.807 millones de euros, lo que supone un incremento de 404,3 millones respecto al año anterior (un 4,8% más).

Estas partidas suponen que casi cuatro de cada diez euros de los recursos totales de las consejerías del Gobierno andaluz se destinan a sanidad y también suponen que es en sanidad donde más ha crecido la partida presupuestaria. Asimismo, el informe del CES confirma que tanto en 2015 como en 2016 el crecimiento del presupuesto por habitante en Andalucía es superior a la media española.

Según informa la Consejería de Salud, si analizamos el gasto en sanidad sobre el PIB autonómico, que mide el esfuerzo que cada comunidad realiza para la financiación de sus servicios sanitarios, “Andalucía es una de las comunidades que más esfuerzo realiza, con un 6,18% del PIB regional en 2015”.

La sanidad pública andaluza cuenta con la cartera de servicios más amplia del Estado con prestaciones como las técnicas de reproducción asistida disponibles en todas las provincias y para todas las mujeres, el diagnóstico genético preimplantatorio que ha permitido nacer a más de medio centenar bebés libres de enfermedad genética, la atención bucodental infantil de la que se benefician 300.000 menores al año y que ha permitido el ahorro de 9,4 millones de euros a familias andaluzas. O la prueba del talón, que se realiza en unos 80.000 bebés al año para el cribado ampliado a 30 enfermedades.

Así, los derechos sanitarios han situado a Andalucía como “la más garantista” del Estado, con una Ley de Salud autonómica y derechos como la libre elección de especialista y hospital, libre elección para médico de familia y pediatra; tiempos máximos de demora quirúrgica, consultas externas y pruebas diagnósticas; segunda opinión médica; registro de Voluntades Vitales Anticipadas; y Diagnóstico Genético Preimplantatorio, entre otros derechos de segunda y tercera generación.

Muestra de la madurez del sistema sanitario son los trasplantes, ya que es una cirugía que implica que toda la cadena asistencial funcione. Y por ejemplo, en el primer semestre de 2016, se han registrado 213 donaciones y se han realizado 432 trasplantes, lo que sitúa la tasa interanual donantes por millón de población (del 1 de julio de 2015 a 1 de julio de 2016) en 43,6, cifra dos puntos por encima que la media española, según los datos facilitados recien-temente por la Organización Nacional de Trasplantes.

Además, actualmente, Andalucía cuenta con 28 unidades de hospitales públicos como referentes para el Sistema Nacional de Salud, y cinco de éstas se han propuesto para ser referentes a nivel europeo. Son unidades que garantizan el acceso y una atención de calidad, segura y eficiente a todas las personas con patologías que precisan de un elevado nivel de especialización.

Investigación e innovación

La apuesta por la investigación y la innovación no sólo para avanzar en la lucha de enfermedades, sino también como motor de desarrollo para la comunidad autónoma permite que la sanidad pública andaluza sea líder en España en patentes del sector sanitario y la segunda administración pública en patentes en general detrás del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según el informe de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

En innovación tecnológica, Andalucía es una de las regiones más avanzadas en e-health a nivel europeo, reconocida en varias ocasiones por la Comisión Europea.

Por su parte, la apuesta por la investigación biomédica de la Junta se traduce en resultados clínicos como demuestra el primer trasplante de piel humana autóloga fabricada por ingeniería de tejidos de un gran quemado realizado este año. Y es que la investigación en Andalucía cuenta con un desarrollo normativo pionero y la dotación de la mayor infraestructura de centros de investigación y medidas que incentivan la labor investigadora, y que se articulan a través de la Fundación Progreso y Salud.

En este campo, la Iniciativa Andaluza en Terapias Avanzadas ha promovido 24 ensayos clínicos en terapia celular e ingeniería de tejidos en áreas como la inmunología, cardiología, neurología, digestivo, oftalmología, hematología, sistema vascular periférico, enfermedades infecciosas y gastroenterología en los que han participado cerca de 700 pacientes.

Todos estos datos muestran que Andalucía garantiza la asistencia sanitaria pública de más de 8 millones de habitantes sin privatizaciones y ofreciendo más servicios y prestaciones que en otras comunidades autónomas con mayor gasto per capita, lo que demuestra una mayor eficiencia en la gestión de la sanidad en la comunidad andaluza. Eficiencia que se consigue con iniciativas como la selección publica de medicamentos, que inició Andalucía y que otras comunidades están implantando ahora, o la central logística de compras.

No se puede realizar una valoración sobre la calidad de la oferta sanitaria con criterios puramente económicos, tal y como establece el propio informe del Consejo, como tampoco comparar comunidades pequeñas con la que es la de mayor tamaño.

Si atenemos a resultados en salud, las cifras andaluzas reflejan que, con un menor gasto por habitante, «se da respuesta con calidad a las necesidades asistenciales en la comunidad», que sigue manteniendo la universalidad del sistema sanitario y creciendo en derechos sanitarios de segunda y tercera generación.

Esperanza de vida mayor

Cuando hablamos de resultados en salud, en Andalucía la esperanza de vida al nacer ha aumentado sustancialmente en los últimos 15 años y estamos por encima de la media europea. Las mujeres han ganado 3,5 años (84,4 años) y los hombres 4,8 años (78,9 años).

O en técnicas mínimamente invasivas, lo que se denomina Cirugía Mayor Ambulatoria, Andalucía ha conseguido resultados que demuestran su alta resolución en este ámbito. Así, en 2014, Andalucía se situaba 30 puntos por encima del porcentaje de resolución de hernias inguinales en España, con un porcentaje de resolución del 74%, frente al 44% de media a nivel nacional.

En tiempos de espera quirúrgicos, los andaluces esperan una media de un mes menos que el resto de los españoles y la tasa de pacientes en lista de espera, a pesar de ser la comunidad con mayor número de habitantes en el Sistema Nacional de Salud, es de las más bajas.

En Andalucía, con la red de atención primaria más amplia del Estado (más de 1.500 centros de salud y 48 hospitales públicos) no hemos privatizado ni se privatizarán servicios públicos, se continuará prestando una asistencia sanitaria universal y gratuita para todas las personas independientemente de si están dentro o fuera del sistema.

No se establecerán nuevos copagos y sí se mantendrán el empleo público (el Servicio Andaluz de Salud es la mayor empresa sanitaria del país, generando el 18,3% del empleo sanitario) y la cobertura universal, así como la calidad de las prestaciones.

Y esto a pesar de que el sistema de financiación autonómica del Gobierno de España perjudica siempre a la comunidad andaluza, con pérdidas de hasta 4.000 millones de euros, y que hace un reparto no equitativo y obliga a Andalucía a hacer un esfuerzo aún mayor para garantizar uno de los pilares fundamentales del Estado del Bienestar.