La comunidad andaluza tiene una de las tasas de denuncias por cada 10.000 mujeres más elevada, 62,8, un 10 por ciento más que la media nacional.
Andalucía ha registrado un total de 6.537 denuncias por violencia de género durante el primer trimestre de 2014, lo que supone un 4,4 por ciento más en el mismo periodo de 2013, además tiene una de las tasas de denuncias por cada 10.000 mujeres más elevada, 62,8, un diez por ciento más que la media nacional, cifras síntoma del creciente nivel de concienciación de la población andaluza, pero que para la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, es solo «la punta del iceberg», porque «hay mucha denuncia que no se ha hecho, y no denunciar no significa que no exista».
En una entrevista a agencias, la consejera ha afirmado que «es absolutamente intolerable que a estas alturas hablemos de mujeres que son asesinadas por el hecho de ser mujer», y que esto esté ocurriendo entre personas jóvenes «es muy alarmante», porque «significa que los patrones patriarcales se están repitiendo».
En este sentido, Sánchez Rubio apunta que «se está trabajando en la concienciación de estas mujeres jóvenes en el ámbito escolar, pero también a nivel social, sobre todo en redes sociales, porque parte de este acoso y maltrato se está iniciando aquí». Por tanto, «en primer lugar hay que prevenir y trabajar en materia de educación y luego hay que informar para que sepan identificar qué es la violencia, y la denuncia, y que no se retire dicha denuncia, decirles que no están solas, que tienen ayuda».
Los menores, víctimas directas
Sánchez Rubio ha indicado que lo «importante» es que al final los hijos «sean reconocidos como víctimas porque el tener este reconocimiento ayuda a que se pueda intervenir con ellos y se les proteja no solo desde el punto de vista social sino también jurídico», porque «al final los miembros de la familia, sobre todo los menores, también son víctimas directas».
Según el Instituto Andaluz de la Mujer más de 136.000 mujeres han tenido que ser atendidas por esta institución, un 8,5 por ciento más que en 2012. De ellas, 22.181 (16%) fueron por violencia de género, casi 14.000 mujeres inmigrantes y cerca de 3.700 mujeres con discapacidad. Además, se ha dado prioridad a las mujeres y menores en riesgo de exclusión social, lo que ha permitido atender a 10.207 personas (un 46,9% más que en 2012).