El Gobierno andaluz cumple este martes un año en el que tanto PSOE como IU destacan el carácter de izquierdas y diferenciador frente al Ejecutivo central. En su haber, destacan medidas como el Decreto de vivienda. En su contra, una de las tasas de paro más altas del país.
Este martes se cumple un año de la coalición de gobierno PSOE – Izquierda Unida que asumió el poder de la Junta de Andalucía tras las últimas elecciones autonómicas. Tanto el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, como el vicepresidente y coordinador regional de IU-LV-CA, Diego Valderas, han destacado el carácter de izquierdas del Gobierno autonómico así como sus medidas contra la exclusión social.
Griñán, ha defendido que el Gobierno andaluz ha «dado la cara» y ha mantenido la estabilidad» en su primer aniversario. Según Griñán, el Ejecutivo de la comunidad «ha sorprendido a todos», en primer lugar por el resultado de las elecciones de marzo de 2012, y por haber sido capaz de alcanzar un pacto de gobierno estable.
Por su parte, Valderas ha indicado que ambas formaciones han sabido tener «altura de miras» y poner siempre el interés general deAndalucía por encima de cualquier cuestión partidista con la premisa de cumplir con el acuerdo de gobierno y el Estatuto andaluz.
Ambos dirigentes han destacado el carácter de izquierdas y las medidas sociales desarrolladas por la Junta, como el Decreto andaluz de vivienda o el Decreto contra la exclusión social. Asimismo, Griñán ha anunciado también que próximamente se cerrarán los acuerdos en materia de igualdad, de universidades y de parques tecnológicos.
Opinión contraria ha sido la manifestada por el número dos del PP andaluz, José Luis Sanz, quien ha realizado un balance pesimista el pacto de gobierno y ha calificado este aniversario como un “año perdido”. Sanz ha presentado una serie de problemas e “incumplimientos” de la Junta, entre los que ha enumerado, el paro, el déficit o la corrupción.
En este sentido, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), Andalucía roza el millón y medio de parados y la tasa de desempleo se sitúa en el 37%. En el último año, el desempleo aumentó en 144.100 personas, lo que supone un incremento del 10,84%, una cifra que hasta el momento es una de las mayores lacras del gobierno bipartito.