La entidad financiera ha anunciado al comité de empresa una primera propuesta de reestructuración de personal que pasa por dejar de contar con 3.000 trabajadores tras su integración con Banca Cívica.

La entidad financiera Caixabank ha puesto hoy sobre la mesa de negociación la previsión de recortar 3.000 trabajadores de su plantilla. Esta reestructuración de personal se produce después de la integración del Banco de Valencia y Banca Cívica -a la que pertenecía Cajasol- para  «adaptarse al entorno actual y mejorar la eficiencia de sus recursos». Los sindicatos han rechazado esta propuesta inicial por considerarla «excesiva».

Aún se desconoce el impacto que podrá tener estas previsiones en las oficinas de Andalucía, después de que Caixabank se haya convertido en la entidad financiera con mayor presencia en la comunidad. Los sindicatos confían en que la mayor parte de las salidas se produzcan a través de prejubilaciones y bajas incentivadas. Se abre ahora un período de negociación entre la dirección del banco y los sindicatos que podrá prolongarse hasta el mes de abril.

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