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Aumenta la percepción de riesgo, pues el 80% de los consultados considera que las drogas pueden causar bastantes o muchos problemas.

La prevalencia del consumo de cocaína y heroína entre los ciudadanos andaluces ha disminuido. En el alcohol, sin embargo, aumenta la prevalencia y el consumo de riesgo. Otras sustancias, como el cannabis y tranquilizantes e hipnosedantes sin prescripción médica han subido sutilmente.

Así se desprende de la última edición del estudio bienal sobre ‘Población andaluzas y drogas’, cuyas conclusiones ha presentado hoy la consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, acompañada de la directora general de Servicios Sociales y Atención a la Drogodependencia, Magdalena Sánchez.

El objetivo principal de esta encuesta es conocer la prevalencia del consumo de distintas sustancias psicoactivas entre la población andaluza, así como las principales características sociodemográficas de las personas consumidoras de las drogas más habituales.

La realización del estudio -para el que se han hecho 3.200 entrevistas a andaluces de entre 12 y 64 años, a los que se les realizó una encuesta sobre consumo de drogas en alguna ocasión, en el último año, en los últimos 6 meses y en el último mes de las diversas sustancias- cada dos años permite, además, observar la evolución de estos consumos a lo largo del tiempo, explorando la percepción del riesgo y de la disponibilidad de las diversas sustancias psicoactivas, así como las actitudes de la ciudadanía andaluza ante el consumo de sustancias y sobre diversas actuaciones de prevención e intervención en materia de drogas.

Las sustancias sobre las que se ha preguntado son, entre otras, tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, heroína, sustancias alucinógenas, tranquilizantes e hipnosedantes sin prescripción médica.

Tabaco y alcohol

El consumo de tabaco diario y ocasional se mantiene prácticamente estable, y aumenta el porcentaje de personas que han dejado de fumar, pasando del 13,3% al 16,7%. En cuanto al consumo extremo, el que supone más de 20 cigarrillos al día, ha bajado en un 2,3% con respecto a 2009. Además, disminuye en un 0,5 el número medio de cigarrillos en el consumo diario. En esta edición, sin embargo, se reduce el porcentaje de la población consultada que nunca ha fumado en casi 5 puntos porcentuales (del 46,5% en 2009 al 41,8% en 2011).

En cuanto al alcohol en Andalucía, el 86,4% de las personas entrevistadas señala lo que ha tomado en alguna ocasión, el 74% lo ha consumido en el último año y el 58% en el último mes. Las prevalencias de consumo alguna vez en la vida y en el último año son más elevadas que en años anteriores, no así el consumo en el último mes, que permanece prácticamente estable. La prevalencia de consumo diario también aumenta con respecto a los datos de 2009.

Por grupos de edad, se observa, como años anteriores, que el grupo de 21 a 24 años marca un punto de inflexión en este consumo, puesto que las prevalencias van en ascenso hasta alcanzar esta edad; a partir de ahí, vuelven a descender. Sin embargo, el consumo diario de alcohol aumenta de forma constante a lo largo de la vida, siendo del 16,7% en el grupo de edad de 45 a 64 años.

Por otro lado, se observa que el consumo de alcohol es mayor entre los hombres que entre las mujeres y la diferencia se acrecienta a medida que se trata de un consumo más reciente y habitual. Así, el consumo diario es del 14,2% entre los hombres y del 3,4% entre las mujeres.

El consumo de alcohol está más extendido en los fines de semana que en los días laborables: el 57,4% de las personas encuestadas bebieron alcohol algún fin de semana del último mes, concretamente, el 32,6% bebió algo todos los fines de semana del mes. En días laborables, del último mes, ha bebido el 34,5% de la muestra, y el 14,7% ha tomado alguna bebida alcohólica todos los días laborables del mes.

La tendencia a concentrar el consumo de alcohol en los fines de semana se produce más entre las personas jóvenes, así entre las personas de 21 a 24 años el 66,4% ha consumido alcohol algún fin de semana frente al 24% que lo ha hecho en días laborables; entre las personas de 45 a 64 años, la diferencia entre ambos porcentajes se reduce: el 57,2% ha tomado alcohol en fines de semana y el 45,8% lo ha hecho en días laborables, es decir, se va convirtiendo en un consumo más habitual.

En esta edición del estudio no solo se observa un incremento del consumo de alcohol, en general, sino que también aumenta el indicador de consumo de riesgo, que pasa del 2,3% en 2009 al 4,6% en 2011. Se considera consumo de riesgo un consumo diario de 50cc en los hombres y 30cc en las mujeres.

El otro indicador de consumo problemático de alcohol contenido en la encuesta es el porcentaje de personas que se han emborrachado en el último mes. Atendiendo a este indicador se observa también un aumento con respecto a los resultados obtenidos en 2009, que superaba el 8,5%, situándose en esta ocasión en el 10,2%.

El porcentaje de jóvenes de 12-29 años que indica haber participado al menos una vez en un botellón en los últimos seis meses se sitúa en el 50%, algo más que en el estudio realizado en 2009 (43,1%). Por el contrario, desciende el porcentaje que afirma que participa todas las semanas del 9,8% en 2009 al 7,4% en 2011.

Otras sustancias

Las prevalencias de consumidores de las diversas sustancias psicoactivas se mantienen estables en este estudio tras el descenso detectado en la anterior edición del estudio. Aunque para algunas sustancias, concretamente cannabis, alucinógenos, tranquilizantes e hipnosedantes sin prescripción médica, se observa un cierto incremento.

El consumo de cannabis alguna vez en la vida pasa del 20,2% en 2009 a un 27% en 2011. Aumentan también las prevalencias de consumo en el último año, últimos seis meses y último mes para esta sustancia. El consumo de cannabis en el último mes se sitúa en 2011 en el 8,5% de la población. Una novedad de la encuesta realizada este año es que se preguntó de manera diferenciada por el consumo de hachís y marihuana, constatándose un mayor consumo de hachís (22,8% alguna vez en la vida y 7,3% en el último mes) que de marihuana (19,6% alguna vez en la vida y 5,6% en el último mes).

El consumo de cocaína en polvo continúa su tendencia descendente. El consumo alguna vez en la vida se reduce del 8% en 2007 al 6,4% en 2009 y al 6% en 2011; el consumo en el último mes desciende al 0,7% en 2011.

Para el resto de sustancias cabe hablar de estabilidad, con un cierto ascenso en el consumo de alucinógenos. El consumo de ketamina alguna vez en la vida se sitúa en el 1,1%, además un 2,7% de la población consultada indica haber consumido otros tipos de alucinógenos.

El consumo de éxtasis líquido continúa siendo minoritario, desciende el consumo reciente de inhalables y el consumo de heroína permanece por debajo del 1% alguna vez en la vida y prácticamente en el 0% para consumos recientes.

Sin embargo, el consumo de hipnóticos y tranquilizantes sin prescripción médica se incrementa en 2011.

Percepción de riesgo

En general, se observa una alta percepción del riesgo para la mayor parte de las conductas de consumo consideradas en la escala. Algo más del 80% de las personas consultadas consideran que las conductas propuestas pueden causar bastantes o muchos problemas, excepto cuando se trata del consumo de alcohol (5-6 cañas o copas el fin de semana), que tiene la consideración menos arriesgada, el consumo de tranquilizantes y el consumo de hachís, que son las tres sustancias percibidas como menos problemáticas, especialmente cuando se trata de un consumo poco frecuente. Además, en relación a 2009, la percepción de riesgo ha aumentado para la práctica totalidad de las conductas de consumo analizadas.

El mayor riesgo se percibe para los comportamientos de consumo de heroína, cocaína y alucinógenos, incluso cuando se trata de un consumo poco frecuente (una vez al mes o menos).

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...