Marina Álvarez, consejera de Salud, ha defendido el derecho universal a la salud y que esta contribuye a la protección de toda la sociedad y evita desigualdades.

La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha defendido que el derecho universal a la salud contribuye a la protección de toda la sociedad en su conjunto y evita desigualdades. Durante su intervención en el Nueva Economía Forum, Álvarez ha destacado que el “gran valor” de la sanidad universal es que su impacto alcanza a la salud de las sociedades, de la economía y del desarrollo.

La titular de Salud ha reiterado que en Andalucía se ha continuado atendiendo a todas las personas que han necesitado asistencia sanitaria. Así, ha explicado que las personas situación irregular, que reciben atención a través de una tarjeta especial, no utilizan con frecuencia el sistema sanitario y no se ha producido un efecto llamada, frente al mensaje que se ha querido trasladar de que hay personas que vienen a abusar de nuestro sistema sanitario, aún en condiciones de extrema vulnerabilidad. A esto, ha añadido que  es necesario un “trabajo de información y pedagogía sobre el derecho de protección de la salud que asiste a todas las personas, independientemente de su situación económica, social o administrativa”.

En este sentido, Marina Álvarez ha apoyado que el Congreso se plantee la elaboración de una norma con rango de Ley que “garantice esta protección a todas las personas en nuestro territorio y nuestras competencias, en función de sus necesidades de salud” y ha destacado que es “nuestra responsabilidad, como sociedad desarrollada y solidaria que defiende el Estado del Bienestar”, y porque hay “evidencia de que los sistemas sanitarios públicos son los que mejor respuesta dan para garantizar el derecho a la salud de la población, a un coste asumible por la sociedad”.

Álvarez ha señalado que una publicación de la Universidad de Harvard en la revista Science ha demostrado que la sanidad universal aumenta la productividad y reduce las desigualdades, contribuyendo a una mayor cohesión y desarrollo social en todos los ámbitos. Así, ha resaltado que en Andalucía, hay evidencia de los datos recogidos en este artículo científico, que llevan a considerar la salud como “inversión” y no como “gasto”, y ha destacado que esta inversión supone un importante motor de desarrollo, crecimiento y creación de empleo que convierte a la sanidad pública andaluza en la “mayor empresa del país.

En este sentido, el actual plan destaca la consideración de la salud no solo como un derecho, sino también como un recurso para la mejora social y económica, orientado sobre los determinantes y la reducción de desigualdades mediante la salud en todas las políticas, con carácter participativo, reforzando el valor de lo público, y llevándolo hasta el escenario local en el que se desarrolla la vida cotidiana y todas las políticas públicas.

Mejora de resultados en salud

La Consejería de Salud cuenta con veinte planes integrales, elaborados y desarrollados por profesionales de referencia, con la participación de las organizaciones científicas, profesionales y sociales relacionadas, y que están “contribuyendo manera importante a la mejora de la salud y de la calidad de vida de la población de Andalucía”. Álvarez ha puesto como ejemplo la reducción en la mortalidad y la presencia de complicaciones en la diabetes, la reducción en los tiempos de respuesta ante eventos cardíacos o un aumento en la supervivencia por los cánceres tratables más frecuentes.

Enfermedades priorizadas

Marina Álvarez ha señalado que Andalucía ha puesto en marcha una estrategia vinculada que prioriza nueve problemas de salud que ya cuentan con planes integrales y que son cáncer, diabetes, salud mental, cuidados paliativos, cardiopatías, ictus, dolor, enfermedades músculo-esqueléticas y enfermedades crónicas, ya que “concentran la mayor parte de la actuación sanitaria”.

Los distritos de Atención Primaria y Hospitales que comparten una misma población de referencia, trabajan de forma conjunta para adaptar a su territorio cada uno de estos nueve planes integrales priorizados a fin de obtener los objetivos previstos con el fin de que cuenten con un Plan integrado operativo local (PIOL) por cada uno de estos planes integrales. Esta medida se ha planificado con la participación del conjunto de profesionales que van a estar implicados en su implantación.