Audiencia de Sevilla
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El autor del asesinato de un hombre en Alcalá de Guadaíra en septiembre de 2022, cuando intentaba robarle, podría pasar casi 30 años en prisión. Es la pena que la Fiscalía ha reclamado para el asesino, quien después de matar al varón, conocido en la localidad como «El Chicho», colgó su cadáver de un árbol y bromeó en un venta cercana acerca del suceso. Ahora, un año y medio después, se ha conocido que un jurado popular lo enjuiciará el próximo 17 de mayo en la Audiencia Provincial.

En su escrito de acusación, el Ministerio Público reclama para el acusado 25 años de cárcel por un delito de asesinato y cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia. Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con un total de 111.000 euros a las hermanas y los sobrinos del fallecido.

El acusado estranguló a la víctima

La Fiscalía relata en su escrito que los hechos tuvieron lugar entre las 10:00 y las 13:00 horas del día 24 de septiembre de 2022, cuando el acusado, «con ánimo de obtener un beneficio económico ilícito y para facilitar apoderarse de los bienes» de la víctima, «decidió acabar con su vida» cuando ambos se encontraban en un descampado de la carretera Alcalá-Dos Hermanas.

En ese momento el encausado «atacó» a la víctima y le golpeó en la cabeza con un objeto contundente, causándole una fractura craneal y provocando que el fallecido cayera hacia atrás, lo que, «junto a la intoxicación etílica y con cocaína y opiáceos que tenía, supuso una merma en su posibilidad de defensa».

Esta circunstancia fue aprovechada por el investigado, que le ató entonces las manos y le colocó alrededor del cuello unas bolsas de plástico y una tela entrelazadas «para constituir un lazo con un palo, a modo de torniquete, estrangulando a su víctima, ya indefensa», y «acabando en ese momento con su vida».

Se compró un móvil con el dinero sustraído

La Fiscalía añade que, a continuación, el acusado abrió la riñonera del fallecido y se apoderó de la cartera y de la cartilla bancaria de la víctima, yéndose de compras a un establecimiento comercial donde adquirió un teléfono móvil por importe de 99 euros, «proveniente del dinero sustraído a la víctima», todo lo cual ha sido intervenido por la Policía.