Trayecto de la A-92 donde ha finalizado la persecución.

Cuatro agentes de Policía Nacional han resultado heridos este jueves durante una persecución que ha tenido lugar por las calles de Alcalá y ha finalizado en la A-92 dirección Sevilla.

Según informa Diario de Sevilla, los agentes dispararon hasta en tres ocasiones porque el autor de la persecución intentó atropellarlos. El sospechoso, que finalmente ha sido detenido, se trataba de un delincuente fugado de prisión con vigor varias reclamaciones judiciales y órdenes de búsqueda y captura.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las cuatro de la tarde en el barrio del Cerezo, en Alcalá. Una persona alertó a la Policía Nacional sobre un vehículo que se comportaba de manera sospechosa, dando vueltas por la zona, mientras el conductor aparentemente consumía drogas. Dos patrullas policiales acudieron al lugar indicado y al percatarse el sospechoso de la presencia de los vehículos policiales, emprendió la huida por un camino de tierra en dirección a la autovía A-92, en dirección a Torreblanca.

A continuación, se produjo una persecución a alta velocidad por la A-92, en la cual los agentes intentaron detener el vehículo. En las proximidades de la fábrica de Puleva, el conductor embistió en dos ocasiones a uno de los patrulleros, golpeándolo en paralelo con su propio coche. Como resultado de esta colisión, el vehículo del delincuente realizó un giro completo de 360 grados, mientras que el coche de la policía también giró aproximadamente 180 grados, quedando volcado. Además, otro vehículo que venía detrás colisionó contra el coche del sospechoso.

Los agentes tuvieron que disparar ante un intento de atropello

Los agentes salieron de los vehículos policiales para ordenar al fugitivo que se detuviera, pero éste intentó atropellarlos. Ante esta situación, uno de los agentes se vio obligado a hacer uso de su arma reglamentaria y realizó tres disparos. A pesar de ello, el delincuente logró escapar nuevamente, dando lugar a una nueva persecución hasta que finalmente los policías lograron detener el vehículo en el separador central de la carretera. Los agentes redujeron al sospechoso y procedieron a su arresto.

Durante la huida, el individuo arrojó papelinas por la ventanilla del vehículo, las cuales no pudieron ser recuperadas. Además, se descubrió que el vehículo en el que se encontraba figuraba como robado. El delincuente tenía ocho órdenes de arresto en su contra, una de las cuales era por encontrarse fugado de prisión. Tanto el sospechoso como uno de los agentes tuvieron que recibir atención médica en una ambulancia. Otros tres agentes fueron tratados en un hospital por lesiones leves y contusiones.