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La oposición considera la dimisión de Limones “el primer paso para el cambio”

IU-AA, Andalucistas y ediles de Alcalá Puede ultiman una propuesta de gobierno

Antonio Gutiérrez Limones abandona la Alcaldía de Alcalá de Guadaíra tras 21 años como alcalde. Irá en las listas al Congreso como número 3. Niega que el caso ACM y la moción de censura en ciernes hayan sido detonantes.

Antonio Gutiérrez Limones deja la Alcaldía de Alcalá de Guadaíra. Esta mañana, el histórico dirigente socialista de Alcalá de Guadaíra dice adiós al que ha sido su Ayuntamiento durante los últimos 21 años. Sin embargo se va sólo de alcalde, porque piensa repetir en las listas del PSOE al Congreso como número tres, que el partido anunciará mañana.

Los estatutos del PSOE impiden que mantenga la Alcaldía y repita como número tres en las listas al Congreso en las próximas elecciones del 26 de junio, una incompatibilidad que, no obstante, ha estado manteniendo tres meses y medio. Desde que las Cortes se constituyeron el 13 de enero hasta su disolución este martes, el regidor ha compatibilizado su acta de diputado con su cargo en de alcalde.

Gutiérrez Limones ha comparecido en rueda de prensa junto a la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, quien le ha calificado como un «referente de la buena gestión socialista». «Alcalá ha pasado estos 20 años un pueblo con muchas dificultades a ser una ciudad, de presente y de futuro», ha manifestado la dirigente socialista.

Por su parte, el alcalde ha hecho un repaso por todos los principales cargos ocupados hasta el momento y ha dado las «gracias» a sus «vecinos» acalareños. Gutiérrez Limones ha insistido en que la única razón por la que dimite es por la incompatibilidad orgánica que le imponen los estatutos del partido.

Admitiendo esta «incompatibilidad orgánica», Gutiérrez Limones ha defendido que tras no renunciar a la Alcaldía durante esta pasada «legislatura atípica», no podía «pedir de nuevo el voto» como aspirante a revalidar su cargo de diputado socialista por Sevilla, conservando aún su «condición de alcalde». Por eso, según ha defendido, era necesario «dar un paso adelante».

Según recogen agencias, Limones ha reconocido que en su momento mantuvo conversaciones con su partido para aspirar a un puesto de diputado en el Parlamento Europeo. Al respecto, ha señalado la situación que atravesaba entonces Alcalá de Guadaíra a cuenta de las no pocas «deslocalizaciones» empresariales y la cruda crisis económica, para exponer que entonces la «responsabilidad» le obligaba a mantenerse al frente de la ciudad.

Gutiérrez Limones ha manifestado su deseo de que este «paso adelante» que él protagoniza renunciando a la Alcaldía y a la esfera municipal sirva para «que vuelva la convivencia (política) a la ciudad» en esta «nueva etapa» de Alcalá, señalando a la par Verónica Pérez que los socialistas tienen «la mano tendida» a las fuerzas de oposición para asegurar la gobernabilidad del municipio.

Hablando también de una «nueva etapa» en Alcalá de Guadaíra, Verónica Pérez ha expuesto que «si la excusa» de las fuerzas de oposición era la figura de Antonio Gutiérrez Limones, «desde hoy dejan de tener esa excusa». «Ahora tienen menos argumentos aún», ha dicho.

Así, ambos han explicado que mientras el Ayuntamiento cuenta ahora con un plazo de diez días para formalizar en el pleno la renuncia del alcalde, con un plazo de otros diez días para celebrar el nuevo pleno de investidura, el grupo municipal socialista y la asamblea de Alcalá habrán de proponer un nuevo candidato o candidata a la Alcaldía, sin que ninguno de ellos haya dado nombre alguno.

Limones desmiente que se vaya por el caso ACM y la moción de censura

En la dimisión del alcalde, existen dos elementos que están más presentes que nunca. El círculo que se ciñe sobre él en el caso ACM y la moción de censura que varios partidos de la oposición anunciaron que estaban negociando para desbancar al socialista del cargo.

En su ‘despedida’, Gutiérrez Limones ha vuelto a defender que «nunca» fue miembro del consejo de administración de ACM, manifestando su confianza en que la causa será «sobreseída» en cuanto quede «todo aclarado». «Tengo rabiosamente tranquila mi conciencia», ha manifestado defendiendo la gestión de esta extinta empresa municipal.

Cabe recordar que la Fiscalía ha sido la última en solicitar en el mes de abril al juez de instrucción nº 2 de Alcalá de Guadaíra, que instruye el denominado caso ACM, la elevación del causa al Tribunal Supremo, ante la condición de aforado de Gutiérrez Limones. Un extremo que no podría producirse hasta que Gutiérrez Limones vuelva a ser (previsible) diputado en el Congreso por el PSOE.

En esa petición, el fiscal señalaba que existen «indicios más que poderosos» para entender la implicación del alcalde de Alcalá en los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y estafa documental por la que se investiga a ACM y a su cúpula directiva.

El histórico socialista también se ha referido a la moción de censura que IU-AA, andalucistas y dos ediles de Podemos habían iniciado. En este sentido, ha advertido de que los concejales promotores de la posible moción de censura están «haciendo humo y ruido», porque una maniobra así necesita «votos» suficientes y un candidato, toda vez que para el PP sería «muy difícil defender a un mes y medio de unas elecciones (generales) que va a gobernar con Podemos» y viceversa.

Sin embargo, los partidos de la oposición habían anunciado en el día de ayer que la moción de censura estaba más cerca, toda vez que se estaban produciendo «avances» entre las distintas fuerzas políticas para desbancar al socialista de la Alcaldía alcalareña al existir una «clara coincidencia» de todas las formaciones en la gravedad de la parálisis a la que el PSOE tiene sometida a la ciudad.

Limones, cuestionado dentro del propio PSOE

Gutiérrez Limones ha sido señalado desde fuera y dentro de su propio equipo. En 2012 disputó la secretaría general de Sevilla a la que ahora es presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. A raíz de ese enfrentamiento político, se produjeron varios intentos de desalojar a Limones de la Alcaldía, aunque sin éxito, ya que siempre optó por permanecer en el cargo de alcalde.

Fue en 2013 cuando se evidenció las tensiones que existía dentro del PSOE de Alcalá, cuando la por entonces concejal socialista, Laura Ballesteros, abandonó el grupo y dejó al Grupo socialista en minoría. Posteriormente, dos ediles socialistas también abandonaron la formación denunciando las «formas» del regidor alcalareño.

Estas salidas evidenciaron la existencia de dos sectores en el seno del partido: los críticos y los afines a Limones. En esa fecha ya se hablaba abiertamente de dos posibles candidatas a relevarle. Por un lado, está Ana Isabel Jiménez, diputada de Cultura y afín al sector ‘crítico’ de Susana Díaz. Enfrente se encontraba Miriam Burgos, la número 2 y muy cercana a Limones. Pese a los rumores de una sustitución inminente, el regidor impuso su criterio, se rodeó de un ‘núcleo duro’ y repitió como candidato a la Alcaldía en las últimas elecciones, donde volvió a quedar en minoría.

Desde entonces, la oposición critica la «parálisis» del equipo de Gobierno. Sin embargo, en las últimas semanas, el regidor ha enarbolado una serie de anuncios para desatascar los grandes proyectos que tenía en su mano. De este modo, se ha anunciado que el desdoble de la carretera de Dos Hermanas estará listo para 2017 y, el tranvía de Alcalá, tras años de parón, se pondrá en marcha en 2019. Sin embargo, no ha conseguido aprobar las cuentas municipales, que actualmente se encuentran prorrogadas.

Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...