El chatarrero imputado por la muerte de la familia no sabía que los botes eran tóxicos

La juez cita este lunes a declarar a los dos imputados por la muerte de la familia de Alcalá

Los tres imputados han sido citados a declarar por el reciclaje de tapones de plaguicida.

La juez de Instrucción número dos de Alcalá ha citado a tres de los cuatro imputados este miércoles a partir de las 10.00 horas. Los sujetos son la encargada y a un trabajador de la empresa de gestión de residuos peligrosos implicada, y a un socio de la chatarrería Reciclados Nivel.

La declaración de la encargada de la empresa de gestión de residuos peligrosos estaba prevista para el pasado mes de julio, pero fue suspendida debido a que su defensa había recurrido su imputación en el caso, aunque posteriormente desistió.

El que sí compareció ante la juez el pasado mes de julio fue el encargado de la chatarrería, a quien la instructora atribuye un presunto delito contra el medio ambiente en concurso con tres delitos de homicidio imprudente por no reciclar de manera adecuada unos botes de plaguicida que en diciembre pasado causaron la muerte de los tres miembros de la familia.

Este imputado aseguró en su declaración que desconocía que la partida de 1.000 kilogramos de botes de fosfuro de aluminio que le llegó procedente supuestamente de la empresa de gestión de residuos estuviera contaminada. En la causa se han personado como acusación particular tanto la hija de 13 años del matrimonio fallecido que sobrevivió como sus tíos.

La investigación trata de aclarar si los botes de fosfuro de aluminio fueron vendidos con sus respectivos tapones a la chatarrería y cómo llegaron dichos tapones a la vivienda de la familia de Alcalá de Guadaíra, barajándose como hipótesis que esta empresa pudiera haber pagado con tapones al cabeza de familia, Enrique Caño, a cambio de chatarra. Los tapones, finalmente, aparecieron en el cuarto de baño de la familia fallecida.