El nuevo pasacalle del carnaval de Alcalá se ha saldado con una reducción drástica del número de carrozas y participantes, que el pasado año rondaron los 30.000.
Alcalá de Guadaíra ha puesto hoy punto y final al carnaval de este año con un experimento fracasado en cuanto a la participación. El Gran Desfile del Humor de este año ha contado con cuatro carrozas y apenas 1.500 participantes, según fuentes policiales consultadas por Sevilla Actualidad.
Este importante descenso en la participación se produce a consecuencia del cambio de modelo que los organizadores han querido imprimir a un desfile que el año pasado congregó alrededor de 30.000 personas, de toda el área metropolitana según el Consistorio. La organización pretende, con este nuevo desfile, conseguir un carnaval más controlado y familiar, “al estilo de Chipiona”, y evitar los grandes ‘botellones’ producidos durante y después del pasacalle.
La comitiva salió, con algo de retraso, a las 14:30 horas desde el recinto Ferial de San Juan, cuando caía una lluvia fina e intermitente en Alcalá. Cuatro carrozas y algunos centenares de participantes iniciaron un cortejo que transcurrió por la Avenida Tren de Los Panaderos y la Avenida Santa Lucía, punto álgido del desfile donde sonaron algunas coplas mientras se concentraba el grueso de los participantes.
El Consistorio ha destacado la “normalidad y el ambiente familiar” que se ha vivido durante el pasacalle. La nota reivindicativa la han protagonizado un grupo de vecinos de la localidad que, vestidos de funeral y bajo el lema ‘El carnaval ha muerto’ han querido denunciar el cambio de modelo en el desfile. “No queremos fomentar el consumo de alcohol sino disfrutar de una fiesta tradicional alcalareña sin impedimentos”, apuntaban.
Este año los participantes debían haberse inscrito previamente en la Asociación Alcalareña de Carnaval y las carrozas debían cumplir fielmente las bases reguladoras del desfile, que prohibían, entre otras cuestiones, el consumo de alcohol y reproducir música en equipos con una potencia superior a los 4.000 voltios.
El desfile ha terminado antes de lo previsto “debido a la amenaza de lluvia”, según indicaban fuentes de los cuerpos de seguridad. Hacia las 18:30 horas, las cuatro carrozas del pasacalle del carnaval ya habían llegado al recinto ferial y se disponían a entrar en la Caseta Municipal para poner el punto y final a un desfile deslucido. Desde el Ayuntamiento, reconocen que se trata de un año de cambio y confían en tener un mayor respaldo en las próximas ediciones, cuando los participantes se adapten al nuevo estilo del desfile.