Cuatro pasajeros —dos hombres y dos mujeres jóvenes— fueron finalmente desalojados de un vuelo de Ryanair con destino a Sevilla desde Ibiza tras protagonizar un incidente con el personal de tierra, según informa Diario de Ibiza. El episodio tuvo lugar la noche del pasado lunes, aunque ha trascendido públicamente en la jornada del miércoles.
«Estáis oficialmente desembarcados del avión». Con esta frase, las trabajadoras encargadas del embarque pusieron fin al intento del grupo de acceder a la aeronave, después de varios avisos previos y ante una actitud reiterada de falta de respeto hacia el personal.
De acuerdo con los testigos citados por Diario de Ibiza, el origen del enfrentamiento estuvo en la normativa de equipaje de mano, uno de los puntos más conflictivos en vuelos de bajo coste. Los pasajeros habían contratado la facturación de sus maletas, pero intentaron subirlas a la cabina como si contaran con embarque prioritario, una opción que no estaba incluida en su billete. Una situación similar se produjo con otra pasajera ajena al grupo.
Desde el primer momento, las empleadas explicaron de forma calmada las normas de la aerolínea y las opciones disponibles. Sin embargo, la discusión fue subiendo de tono y los pasajeros comenzaron a proferir insultos y comentarios ofensivos.
Pago de un suplemento de 200 euros por todo el equipaje
A pesar del clima de tensión, el grupo acabó abonando un suplemento total de 200 euros, 50 por cada equipaje, para poder subir las maletas a bordo. No obstante, lejos de rebajar la situación, la actitud conflictiva continuó, con comentarios despectivos y burlas, según relatan los testigos.
Uno de los pasajeros llegó incluso a reírse del aspecto físico de una de las trabajadoras, comentario que fue escuchado por su compañera. Esta les pidió entonces que se apartaran de la fila para hablar con ellos, indicación que se negaron a seguir, manteniendo su conducta irrespetuosa.
Ante la negativa a colaborar y la reiteración de las faltas de respeto, el personal de tierra decidió denegar definitivamente el embarque y advirtió al grupo de que, si no abandonaban voluntariamente la puerta, se avisaría a la Guardia Civil.
Finalmente, tres agentes de la Guardia Civil acudieron a la zona de embarque y obligaron a los pasajeros a retirarse. «Os recomiendo que cojáis los datos de algún testigo y pongáis una reclamación, pero nosotros no podemos intermediar con la compañía para que os dejen subir a este vuelo», explicó uno de los agentes, siempre según el citado medio.
